El cuerpo de Mayra Gómez Kemp permanece en el Anatómico Forense cuatro días después de su muerte: los detalles

A la 13:00 del miércoles 16 de octubre, es decir cuatro días después de su fallecimiento, Vanitatis ha podido confirmar a través de fuentes solventes que los restos mortales de la presentadora de Mayra Gómez-Kemp permanecen en el interior de Instituto Anatómico Forense de Madrid a la espera de ser retirados por un familiar cercano. En este caso, su hijastra Roxana Berco, quien aturdida llegaba hace poco menos de 24 horas al aeropuerto de Madrid desde el otro lado del charco.

"Estoy tratando de resolver cómo hacer todo, cuando tenga algo que deciros, juro que os lo voy a decir para que todos puedan hacer lo que tengan que hacer, pero todavía no puedo porque no hay nada que decir. Son trámites, trámites y trámites”, aseguraba frente a los medios la profesora de teatro en Buenos Aires.

No obstante, siguiendo los datos facilitados a este digital y cumpliendo con lo declarado por ella misma ante los medios de comunicación, esta se encuentra completamente inmersa en el proceso pertinente para poder dar sepultura en la intimidad a la mítica comunicadora. Es más, tal y como nos apuntan, debido a los avances realizados, a no más tardar en las próximas horas debería abandonar la cámara que ocupa en el edificio sito en la calle de Julio Cano Lasso dentro de la Ciudad de la Justicia de Valdebebas.

Para ello, en primer lugar, Roxana necesita el Documento Nacional de Identidad de su madrastra. Una vez desbloqueado el inicio de las gestiones, debe conseguir el certificado médico de defunción, expedido por un profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Entonces, por último, tiene que hacer constar el fallecimiento en el Registro Civil con los papeles anteriormente mencionados y un formulario oficial; obteniendo finalmente un certificado de defunción para diversos trámites posteriores.

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Teniendo en cuenta la complejidad del asunto, según informan fuentes expertas a Vanitatis, “es completamente normal” que el cuerpo permanezca aún en el Anatómico Forense “debido a la cantidad de exigencias estipuladas en la legislación vigente”. A ello, se suma la tardanza de un viaje transoceánico, ya que Mayra Gómez Kemp no tenía familiares cercanos en España y sus amigos carecen de poder para poder retirar los restos.

En cuanto a su último adiós son pocos los detalles que se conocen. “Hasta ahora esto lo organizo yo. Una hora va a ser, nada más. Ella no quería”, explicaba Roxana sobre el mismo. Es decir, habrá tanatorio y funeral en una sala del cementerio de San Isidro de Madrid, bajo la ayuda de la Academia de la Televisión, pero su duración será extremadamente reducida. Además, a él podrá asistir aquel que lo desee y si todo sale bien será este próximo viernes. De esta manera, se prevé un evento multitudinario lleno de rostros conocidos; aunque esta pompa y boato no era el gran deseo de la comunicadora.

A su vez, su hijastra, fruto de su matrimonio con el actor argentino Alberto Berco, el amor de su vida, también ha querido dejar claro que ella no será responsable de los homenajes post mortem. “Habrá de todo pero posteriormente, no lo voy a organizar yo eso. Todos la aman y yo también, pero, la verdad, es que no puedo”, decía. Así, cedía a sus amigos el poder de recordar y vanagloriar su figura las veces que lo desee.

No es para menos, Mayra Gómez Kemp es y será, sin lugar a dudas, una de las mujeres más influyentes en el universo de la comunicación. No solo por su labor al frente del mítico programa ‘Un, dos, tres…’, sino también por su hacer historia siendo la primera fémina en presentar un ‘late night’ en nuestro país y conquistar -profesionalmente hablando- el corazón de Chicho Ibañez Serrador.

La comunicadora, cubana de nacimiento, se enfrentó a dos cánceres a lo largo de su vida. El primero de ellos le fue diagnosticado en 2009, que le afectó a la lengua. Si bien la enfermedad no hizo que su vida corriera riesgos, sí que dejó secuelas en su habla. Tres años después, en 2012, hizo pública su recaída, en aquella ocasión, con un tumor que le afectó la garganta. No obstante, su adiós llegaba de forma inesperada diez días después de que ingresara en el hospital por una caída en su domicilio de la capital por la que estuvo “18 horas en el suelo” y no pudo superar.