La boda de Ángel Cristo Jr. y Ana Herminia: Parada, cóctel y cuatro horas de barra libre

Un desfile de invitados, muchos coches y muchos medios de comunicación. Es una estampa que se suele repetir en muchos enlaces de famosos, tengan o no exclusiva de por medio, como es este caso.Y la boda de Ángel Cristo Jr. y Ana Herminia ha tenido a Parada, un gran cóctel, cuatro horas de barra libre y una prohibición que ha sido muy comentada.

Porque la pareja tiene, en principio, firmada una exclusiva, por lo que habían pedido -o exigido más bien- a sus 130 invitados que no utilizaran sus teléfonos móviles, ni durante la ceremonia ni durante la fiesta, que estaba programada hasta altas horas de la madrugada en la finca La Vega del Henares, la misma en la que se casó Belén Esteban.

De ahí que tengamos que esperar unos días más para saber algunos de los detalles más esperados, como el vestido de la novia o quiénes han sido, además de la pareja, los protagonistas.

Eso sí, gracias a las diferentes personas que han trabajado para que el enlace fuera a pedir de boda, hemos podido saber algunos datos. Una de las responsables de las flores llevaba en su coche el ramo de la novia, en colores rosas y confesaba que la decoración floral iba a juego. El responsable del cátering fue quien desveló que no sería cena con los invitados sentados, sino que sería todo cóctel, aunque con numerosos pases y con la idea de que nadie se quedara con hambre.

El propio Ángel llegaba un par de horas antes de las 19 de la tarde, hora a la que estaba previsto el enlace, en su propio coche. Aunque al principio se mostraba reticente, después sí que bajaba la ventanilla y admitía que estaba nervioso, pero prefiería no hablar más, primero porque su hija se encontraba en el coche y también porque tenía algo de prisa para vestirse.

A Ana Herminia la veíamos después, aunque en un coche con cristales tintados que impedían tomar una buena imagen de ella. Sí se podía vislumbrar al paso de este vehículo que ya llevaba puesto su look nupcial, que tardaremos unos días aún en ver.

Y claro, no han faltado caras conocidas entre los 130 invitados. Una de ellas, Jenny Llada, antigua amiga de Bárbara Rey y quien ahora parece apoyar al otro bando familiar. Otro de los asistentes ha sido José Manuel Parada, que ha querido aclarar que no estaba en el enlace para molestar o meterse con la vedette y que le hubiera gustado que estuviera.

Y es que la ruptura familiar ha impedido que Bárbara Rey y su hija Sofía Cristo estuvieran en la boda de su hijo y hermano. Un acontecimiento que tendría que haber supuesto gran felicidad para el clan, pero que ha quedado empeñado por el distanciamiento del novio con su madre y su hermana.