Todas claves de la nueva vida de Isabel Pantoja: quién y cómo paga su avión privado y su mansión en La Finca

¿Quién paga los caprichos de Isabel Pantoja? Pues se los paga ella misma. Tal y como ha podido saber Vanitatis por fuentes solventes del entorno empresarial de la cantante, el presupuesto para gastos en lujo, como, por ejemplo, el uso de un avión privado; sale del dinero que la tonadillera se ingresa por sus conciertos.

Además, según nos apuntan, todo forma parte de un plan de largo alcance con un fin concreto: cuanto mejor esté la artista -en lo relativo a condiciones-, mejor será su rendimiento y mejores, por lo tanto, serán los resultados.

Desde hace meses, la cantante trabaja con un grupo de empresarios, los cuales han apostado al 100% por ella. De esta manera, en un primer momento aceptaron sin pensar cada una de las condiciones que la tonadillera exigió de forma clara cuando firmó el contrato para iniciar su tour. Sí, Pantoja quería un número concreto de músicos, unos detalles en su camerino, un jet privado y escoger personalmente la casa en la que viviría en Madrid.

El pasado fin de semana la tonadillera se mudaba definitivamente a su nuevo hogar, ubicado en la exclusiva urbanización de La Finca, tal y como avanzó en exclusiva Vanitatis. Un refugio con una parcela de 3.100 metros cuadrados y una vivienda de 1.100 con 7 habitaciones y 11 baños, el cual cumple su principal requisito de poder sentirse segura y mantenerse alejada del foco mediático. ¿Su precio? 35.000 euros al mes.

Así pues, del dinero que se le paga por cada concierto, ella obtiene su sueldo, además del pago de su avión, su casa y sus caprichos. Habría que destacar que algunos, como el jet, no son tanto ‘caprichos’, sino requerimientos por cuestiones personales relacionadas con sus problemas de salud.

Del presupuesto total para los conciertos, es decir, lo que ingresa la promotora de Isabel, se descuenta también lo que debe a Hacienda y que paga rigurosamente cada mes. A su vez, se tiene que restar el resto de gastos y también sus propios honorarios, los cuales pueden llegar a ser más de 80.000 euros en función de la plaza.

Para entenderlo en lenguaje común: una empresa tiene un presupuesto de 1.000 euros para su empleado y de ese dinero le ofrecen cobrar menos si va en limusina. Pues Isabel escoge cobrar menos e ir en limusina.

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La cuestión es que la cantante ha decidido vivir como una gran estrella en lugar de hacerse un rinconcito, algo que muchos no entienden al considerar que tras las penurias económicas lo lógico sería ser cauteloso. Lo que no saben es que el plan económico que rodea a Pantoja es muy ambicioso y a largo plazo. Es más, la gira española es solo un ensayo, una especie de prueba para lo que vendrá después.

Lo ha contado el periodista Antonio Rossi -pantojólogo de referencia- en varias ocasiones. La artista tiene entre sus proyectos una serie biográfica y una gira por América. Todo se está cocinando desde su nueva casa de La Finca, que hará de oficina y allí trabajará su equipo; incluidos los guionistas del proyecto.

¿El objetivo? Convertirla de nuevo en la gran estrella que fue. Incluso más: si todo sale como está planeado, Isabel Pantoja tendría que ser una estrella internacional que no puede pisar la calle. Los objetivos son claros: que vuelva a ser una mujer libre e independiente… y que dé beneficios.