Jorge Javier Vázquez se sincera sobre sus problemas con el alcohol: “Mi vida es mucho mejor desde que no bebo”

Jorge Javier Vázquez ha vuelto a realizar un profundo ejercicio de sinceridad con sus seguidores. Esta semana el presentador de televisión utilizaba su blog de la revista ‘Lecturas’ para realizar una confesión acerca de sus problemas con el alcohol, inspirado por unas declaraciones de Mario Casas en ‘La Revuelta’ de David Broncano; donde el actor reveló que había decidido dejar de beber.

Cabe recordar que el licenciado en Filología Hispánica ya explicó hace más de un lustro que comenzó a consumir bebidas espirituosas de manera asidua y a modo de ansiolítico en su época más frenética de fama y televisión. Es decir, coincidiendo con el casi fin de ‘Aquí hay tomate’ y los primeros años de ‘Sálvame’. Además, nunca ha tenido ningún tipo de problema en hablar sobre las imágenes de esta etapa que circulan por redes sociales; tampoco lo tuvo para hacerlo sobre la depresión.

"No me gustaría volver a lo de antes: resacas, estados de ánimo cambiantes, energías bajas... He bebido mucho durante muchos años de mi vida. Para evadirme, para salir por la noche, para no pensar. Por no estar conforme con mi trabajo, con mi realidad o conmigo mismo. No concebía una vida sin alcohol. Me proponía beber menos, sí, pero no lo conseguía", comenzaba escribiendo.

"Cuando mi psicóloga me dijo que tenía que dejar el alcohol me resistí muchísimo. Fue en vano. Pese a que intenté negociar no dio su brazo a torcer: abstinencia total. Poco a poco empiezas a darte cuenta de que no hace falta beber para sentirte bien, o para vivir momentos de euforia e incluso de felicidad", continúa reflexionando Vázquez.

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Por supuesto, el presentador de ‘Gran Hermano’ también invita a sus lectores y seguidores a pararse a pensar sobre la aceptación del extendido uso social del alcohol. “Bebemos porque hemos tenido un buen día, o uno malo. Porque hemos encontrado novio o porque nos ha dejado. Porque llega el fin de semana y a ver qué hago si no es tomarme una copa con los amigos, o porque como no tengo ningún plan bebo para olvidarme que estoy solo”, anota.

A su vez, desvela cómo es su nueva vida desde que se convirtió en abstemio. "Mi vida es mucho mejor desde que no bebo. Más rica y con mayores matices pero reconozco que no es fácil hacerlo. Emociones y sentimientos que llevan dormidos o anestesiados durante décadas por culpa del alcohol comienzan a desperezarse y a cobrar vida. Reencontrarse con ellos es muy emocionante”, asume en primera persona.

"No beber conlleva también algo importantísimo: dejar de hacerte daño y evitar todo aquello que pueda alterar el bienestar conseguido. Ahora estoy más lúcido y soy consciente de lo que que quiero y a quién quiero. No desearía volver a ese pasado en el que bebía para olvidarme de quién era y la vida que llevaba. No hay moralina sino aceptación en este discurso", concluye en su blog para la revista ‘Lecturas’.