El problema de salud mental que casi acaba con el pelo de Paula Vázquez

Paula Vázquez cumplía ayer 50 años. La presentadora, que lleva más de tres décadas en el mundo de la televisión, ha sido felicitada por numerosas celebridades y amigos, como Judit Mascó, Patricia Conde o Noemí Galera. “Dicen que es lo suficiente como para haber vivido (y sabido) ya muchas cosas, pero también para fingir que no te enteras de nada”, explicaba con comicidad en una publicación subida a su perfil de Instagram, donde agradecía las felicitaciones recibidas.

Hace una semana, Paula Vázquez acudía al podcast ‘Estirando el Chicle’. En el programa, conducido por Carolina Iglesias y Victoria Martín, la gallega contó algunos problemas de salud mental que ha sufrido a lo largo de los años delante de las cámaras. “De los 17 a los 30 años no tenía vida. Lo recuerdo todo como muy sacrificado. Recuerdo una época en la que me ponía en la agenda cuándo podía llorar, ‘¿Puedo llorar ahora? No, porque entonces me acuesto con los ojos hinchados…’”, rememoraba en relación con el poco tiempo que tenía y las exigencias de belleza que les imponían en aquellos momentos.

Sin embargo, hubo un momento de inflexión para la presentadora. “De repente, se me empieza a caer el pelo. Se me hace un agujero y se empieza a hacer grande y ya me quedo casi calva. Y yo pensaba: ‘¿Me estoy muriendo? Y nadie se está dando cuenta’”, explicaba recreando la confusión del momento.

Entonces, los médicos le dijeron lo que le pasaba: tenía depresión, pero no era capaz de aceptarlo. “Tenía una depresión grotesca”, confesaba ante las presentadoras, y añadía, “Ahí, yo paro, freno, me retiro un poco… Yo no tenía ni idea de que tenía depresión, a mí me parecía normal llegar a casa y llorar”, contaba.

Desde entonces, Paula Vázquez ha estado haciendo psicoanálisis: “Han pasado ya 18 años, creo. Mi relación más estable”, decía con comicidad. Lo que le llevó a acudir a terapia fueron, sin duda, los ataques de pánico que tenía: “Piensas que te vas a morir, te quedas catatónica, en mi caso; empiezo a sudar”, explicaba.

Ahora, ya con la depresión superada, Vázquez ha manifestado que lo único que aún no ha logrado, en todos estos años, es ponerle límites a las personas de su alrededor: “No sabía cómo ponerlos sin cabrearme, porque había gente con la que yo no quería perder los papeles. En terapia he aprendido a hacer las cosas protegiéndome, desde el respeto”, afirmaba con seguridad.

Pero, si hay algo que caracteriza a la presentadora, es su inherente nerviosismo; una expresión de su personalidad que también tiene una explicación médica. "Acabo de ir al psiquiatra, que yo pensaba que era el neurólogo, para saber si tengo TDAH. Solo he rellenado una hoja y me han dicho: 'Correcto'", explicaba con humor. Ante su reciente diagnóstico, Paula ha asegurado que tiene una mente "muy dispersa" y que, quizá, esa haya sido la razón de que ha realizado tantos proyectos a lo largo de su carrera.