La obsesión de Iñaki Urdangarin por el anonimato: declina una importante invitación relacionada con su pasado
El que fuera marido de la infanta Cristina ha decidido no asistir a la celebración del 125 aniversario del FC Barcelona. Fue una de las grandes ausencias, en especial en la sección de balonmano
A mediados de noviembre, el día 12 en concreto, Iñaki Urdangarin recibía un mail especial. Era del FC Barcelona e incluía una invitación: le convocaban a la fiesta del 125 aniversario del club, que se iba a celebrar el 29 de noviembre en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Desde hace meses, Urdangarin vivía ajeno al ruido mediático y así quiere seguir.
Hay excepciones y el pasado domingo se 'arriesgó' y fue a ver a su hijo Pablo a un partido de balonmano. Lo hizo con su novia, Ainhoa Armentia, consciente de que si le tomaban fotografías aparecerían en prensa. Ha sido un pequeño paso adelante que no supone un cambio de estrategia vital: quiere tener un día a día como ciudadano anónimo. Y ser uno de los protagonistas de la alfombra roja del Barça no entraba en esos planes.
En este contexto declinó la invitación del Barça. Amable y cariñosamente, según ha podido saber Vanitatis, porque estamos hablando del club de sus amores. Un club que retiró su camiseta hace ya años y que pese a las presiones recibidas durante el desarrollo del Caso Nóos, nunca pensó en descolgarla. Allí, en el Palau Blaugrana, luce el número 7 con el Urdangarin debajo, un honor que nadie podrá quitarle nunca. Y con eso le basta, señalan quienes le conocen.
Otras ausencias
Este es el motivo que le llevó a no ir la gran fiesta: no quería aparecer de nuevo en fotografías en los medios. Su ausencia fue comentada por muchos, y eso que no fue la única. A la de Urdangarin se suman otras caras que no acudieron a la celebración, aunque en su caso las excusas eran más que justificables. Fernando Barbeito, compañero de equipo de Iñaki y uno de sus exgrandes amigos, está en Egipto como seleccionador. Y David Barrufet, el que formaba el trío de íntimos, salió del Barça al llegar la nueva directiva y no guarda buen recuerdo de sus útlmos días en el club.
Con su actitud deja claro que quiere ni oropeles ni lujos, como antaño. Ahora quiere vivir esa vida low profile, low cost que le está dando la paz que necesita. Es junto a Ainhoa Armentia junto a quien está feliz, y por eso fue el domingo a ver a su hijo con ella. Y eso que no los habíamos visto públicamente con uno de los hijos de Urdangarin hasta la fecha.
Los cuatro conocen a Armentia desde hace tiempo, pero ha sido este fin de semana cuando hemos podido comprobarlo en directo. Era “cuestión de tiempo” que los cuatro, Juan, Pablo, Miguel e Irene, tuviesen que cruzarse con la vitoriana para compartir algo de tiempo con ella y así ha sido.
Sin trabajo
Un domingo en León, lejos de los focos, en lugar de un viernes en Barcelona, en la alfombra roja. Ese es el nuevo Iñaki Urdangarin, cuya relación con el Barça ha sido siempre bastante fluida. Es más, Enric Masip, mano derecha del presidente, Joan Laporta, jugaba en el mismo equipo que el exduque y recientemente se han visto para cenar con amigos. Aunque Urdangarin no formaba parte de su grupo cercano cuando eran jugadores, con el tiempo afianzaron su relación.
Eso sí, cuando Urdangarin salió de prisión y pidió ayuda al Barça, se encontró con un muro. No logró lo que necesitaba, un empleo, y sólo le ofrecieron prácticas no remuneradas y muy escuetas. Instalado en Vitoria, en marzo de 2022 aparecieron informaciones que aseguraban que el club le había contratado, algo que se desmintió enseguida. La frase del club era contundente: “No está previsto que Iñaki Urdangarin trabaje en el club. Ni lo ha hecho ni lo hará”.
Urdangarin había estudiado un curso de coaching en la prisión de Brieva y ese era el futuro que pretendía desarrollar: coach y gestor deportivo. La teoría la estudió en prisión y al salir se centró en la práctica. Por el momento, no ha podido cumplir su objetivo.
Curso de coach
Y eso que el Barça tuvo aquí un papel clave que el exduque pensó que podría ampliarse. Como favor personal de Enric Masip, Urdangarin pasó dos horas de un domingo en las instalaciones del club, en una salita, donde entrevistó y dio una charla motivacional a un entrenador de base. No hubo más.
Así que sigue sin trabajo, tal y como aseguran desde su entorno directo, y busca una salida laboral que no llega. Por eso, y porque lo pasó terriblemente mal en su estancia carcelaria, ha decidido mantener un perfil bajo, algo que está logrando con mucho esfuerzo. Ha pasado meses sin acudir a los partidos de su hijo Pablo, recordábamos, a quien asesora desde la distancia de la cancha. Hasta este pasado fin de semana, en el que el exduque abrió una pequeña puerta a su vida privada y se sentó en las gradas junto a su pareja, con lo que dio una señal de normalidad. Una normalidad que se aleja de las grandes fiestas.
Una fiesta que se perdieron otras estrellas del Barça, como Leo Messi, que estaba en Miami, donde juega en el equipo propiedad de David Beckham. Sus compañeros de club, Sergi Busquets y Jordi Alba, tampoco pudieron ir a la celebración por el mismo motivo. Otro que se ausentó fue Carles Puyol, que estaba en Perú de viaje de trabajo. Ellos contaron los motivos de su ausencia. Urdangarin según ha podido saber Vanitatis, simplemente dijo que no iba a asistir.
A mediados de noviembre, el día 12 en concreto, Iñaki Urdangarin recibía un mail especial. Era del FC Barcelona e incluía una invitación: le convocaban a la fiesta del 125 aniversario del club, que se iba a celebrar el 29 de noviembre en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Desde hace meses, Urdangarin vivía ajeno al ruido mediático y así quiere seguir.
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