Las navidades de Paloma Cuevas y Luis Miguel, entre Madrid y Dominicana
El cantante mexicano ha acompañado a su pareja y su familia en estas fechas tan señaladas. En año nuevo planean un viaje íntimo y privado a un lugar paradisiaco
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Paloma Cuevas cumple con la tradición que ha mantenido durante años hasta que llegó el divorcio de Enrique Ponce. Pasaban parte de las Navidades en Madrid y después, dependiendo de la gira del torero, viajaba a México, Colombia o el país que tocara. Y si no había agenda taurina se instalaban en La Cetrina, la finca de Jaén que Paloma puso en marcha tanto en lo referente a la decoración e intendencia como en el tema de explotar los olivos al comercializar el aceite.
Esta última empresa se encuentra aparcada, a pesar de algunas informaciones en las que se decía que el producto estaba de nuevo en el mercado. Paloma diseñó el envase del aceite y también desarrolló el negocio. El producto se vendía en zonas gourmet y en restaurantes de lujo. La botella de aceite era uno de los regalos más esperados por parte de amigos y conocidos. Ese asunto quedó en manos de Enrique Ponce y por ahora el camino de su explotación parece que ha tomado otras riendas con otras expectativas.
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Volvamos a las Navidades actuales, que en parte se mantienen. La casa familiar donde vive Paloma en el distrito de Moncloa se convirtió la noche del 24 y al día siguiente en el lugar de reunión para festejar las fiestas de todos ellos. No solo de los miembros directos de la familia Cuevas sino también de algunas amistades íntimas que son esa familia elegida.
El domicilio se convirtió en el centro operativo donde la empresaria cuidó hasta el mínimo detalle. La decoración es un atractivo más de estas fechas donde todos participan en el montaje del nacimiento del árbol y del resto de las actividades lúdicas de estas fechas. Hace unos días la familia acudió al pueblecito navideño que El Corte Inglés monta en la explanada de su centro de Castellana.
Paloma prefirió seguir con su trabajo. Acaba de presentar su nueva colección en colaboración con Rosa Clará. Las dos anteriores han sido un éxito y confirman el buen gusto de Cuevas y su visión empresarial. No hay que olvidar que es economista y ha llevado siempre sus propios negocios. En este caso, la idea de crear la línea de vestidos de fiesta bajo la firma de Rosa Clará fue una decisión muy provechosa para las dos partes.
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Las navidades las organiza también en función de sus padres, Victoriano Valencia y Paloma Díaz. Paloma Cuevas quiere que estos días sean tranquilos y felices, compartiendo con ellos la alegría de estas fechas. Esta vez, igual que sucedió en el año 2023 y en el 2024, ha habido un invitado especial que ya forma parte de la familia. Se trata de Luis Miguel, que tiene su agenda profesional vacía, tras el éxito apoteósico de su gira. Si no ha habido cambios (que no los tiene por qué haber habido) el cantante ha viajado a España para pasar la primera parte de las fiestas en Madrid con la familia Cuevas.
Como ya pasó el año pasado, no habrá paseos secretos ni clandestinos. Ya no hay por qué esconderse y estos días harán una vida normal. Salidas a restaurantes y cenas en los domicilios de sus amistades más queridas como son Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, Mamen Sanz y Raúl González, o Mamen Sánchez, entre otros incondicionales que siempre han estado junto a la amiga en los momentos complicados y difíciles.
Ponce no se lo puso fácil. El torero vive en Almería con Ana Soria y esta primera parte de las fiestas las ha pasado con ella. Si no hay cambios, será desde el dos de enero hasta pasado Reyes cuando el padre pase tiempo en familia. Al poco de divorciarse hubo una iniciativa por su parte de alquilar un piso en Madrid y así poder estar más cerca. Las razones por las que no lo hizo no son públicas. En aquel momento no toreaba y por lo tanto tenía el calendario abierto.
Una vez que Enrique Ponce retome el relevo, Paloma Cuevas y Luis Miguel harán un viaje íntimo y privado. Todo apunta a que la República Dominicana sería el destino elegido, ese paraíso donde descansar y disfrutar de la vida.
Paloma Cuevas cumple con la tradición que ha mantenido durante años hasta que llegó el divorcio de Enrique Ponce. Pasaban parte de las Navidades en Madrid y después, dependiendo de la gira del torero, viajaba a México, Colombia o el país que tocara. Y si no había agenda taurina se instalaban en La Cetrina, la finca de Jaén que Paloma puso en marcha tanto en lo referente a la decoración e intendencia como en el tema de explotar los olivos al comercializar el aceite.