Carla Goyanes pisa el acelerador de su agencia inmobiliaria y trabaja en su reinvención
La hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes heredó la empresa en la que tanto trabajaron sus padres y quiere llevarla al siguiente nivel. Prepara el lanzamiento de una web, una nueva imagen corporativa y ha constituido una nueva sociedad
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Desde el punto de vista del sector del lujo inmobiliario, Madrid está que arde. En un informe del año pasado sobre este sector firmado por Knight & Frank, se lee: "Madrid es ya la ciudad europea donde más crecen los precios de la vivienda 'prime', por delante de capitales como París, Londres o Frankfurt. El fuerte crecimiento del precio de los inmuebles de alto standing de la ciudad será además sostenido en los próximos años, ya que en 2024 se situará en el 5%. De acuerdo con nuestros datos, el crecimiento a cierre del último trimestre de 2023 fue del 6,4%, superando el 4,0% estimado a principios del ejercicio". De ahí el desembarco en la capital de inmobiliarias como la de la familia Kretz o la oportunidad de reinvención para operadores clásicos, como es el caso de la agencia inmobiliaria de la familia Goyanes Lapique.
Tras la serie de golpes que ha recibido esta familia, conocidos por todos, Carla Goyanes tenía dos opciones. Recrearse en el dolor de la tragedia o aferrarse al trabajo y a la familia para seguir adelante. Ha optado por la segunda. Goyanes tiene grandes planes para la inmobiliaria que heredó de su padre, a la que ha rebautizado como Agencia A by Car Car IV, haciendo honor a esa cuarta generación que ella representa. La suya es una agencia boutique, cuya especialidad es el trato hiper personalizado, que se mueve siempre en los mimbres de la discreción porque trabaja con inmuebles exclusivos.
En estos días está ultimando el nuevo logo y prepara el lanzamiento de una nueva web que refleje mejor a una agencia inmobiliaria del siglo XXI. Está poniendo en orden la base de datos y se ha encontrado con gestiones que había que hacer y de las que antes no se ocupaba, como es la de presentar el balance de cuentas anual. Lo hizo el pasado mes de noviembre, revelando que en el ejercicio 2023 habían manejado una cifra de negocio superior al medio millón de euros. Antes del fallecimiento de Carlos Goyanes, su trabajo se ceñía al aspecto comercial.
Aunque Goyanes mantiene la empresa que fundó su padre en los años 80 a través de la que gestionaba la inmobiliaria, en octubre constituyó junto a su madre, Cari Lapique, una nueva sociedad llamada Car Car IV Real Estate. La presencia de su madre en el negocio era fundamental, según explican fuentes del sector inmobiliario, porque ella fue "el alma de la empresa en sus mejores años" y también fue quien le dio a su hija Carla la "oportunidad de entrar en el mundo inmobiliario". La idea es empezar de cero, como quien dice, pero haciendo lo mismo. El nuevo nombre de la agencia respeta parte del nombre comercial anterior por cariño y respeto al legado familiar.
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La de la familia Goyanes es "una agencia pequeña que funciona con el boca a boca", explican las mismas fuentes, "que tiene una bolsa de clientes recurrentes y muy fieles y una red de más de 50 colaboradores de confianza y referenciadores por todo el mundo". Porque aunque el grueso de su negocio se encuentra en Madrid, operan también en ciudades como Miami, Mallorca, Ibiza, Marbella o Nueva York.
La tragedia que la familia ha vivido este año, a la que se acaba de sumar la pérdida del hermano de Cari Lapique debido a una larga enfermedad, ha tenido (si es que eso es posible) un reverso positivo en el cariño y el apoyo que han recibido a través de la inmobiliaria. En estos meses se ha multiplicado el trabajo y dicen quienes colaboran con ellas que "gracias a Dios les está yendo muy bien".
De ahí que estos días Carla Goyanes (que prefiere no dar entrevistas por el momento) intente combinar la atención a esa avalancha de trabajo con el servicio tan personalizado que es uno de sus puntos fuertes. No descartan ampliar el equipo si es necesario, dado que ahora Goyanes tendrá que combinar la parte comercial con la gestión pura y dura del negocio.
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Carlos Goyanes y Cari Lapique moldearon durante 35 años Agencia A Promociones Inmobiliarias, una empresa familiar especializada en el mercado inmobiliario de lujo, tanto de venta como de alquiler. A Promociones actúa como una agencia boutique: comercializa solo inmuebles de alto nivel, con clientes de solvencia conocida y en transacciones donde prima la discreción.
Cuando volvió de Estados Unidos, Carla entró en el negocio para llevar la parte comercial. "Mucha gente que conoce a la familia de las revistas se sorprende cuando van a ver un piso y aparece ella; a mí me pasó, pero la realidad es que es gente muy currante, que domina muy bien el mercado y tienen mucha experiencia", explicaba a Vanitatis un antiguo cliente para un artículo anterior.
Desde el punto de vista del sector del lujo inmobiliario, Madrid está que arde. En un informe del año pasado sobre este sector firmado por Knight & Frank, se lee: "Madrid es ya la ciudad europea donde más crecen los precios de la vivienda 'prime', por delante de capitales como París, Londres o Frankfurt. El fuerte crecimiento del precio de los inmuebles de alto standing de la ciudad será además sostenido en los próximos años, ya que en 2024 se situará en el 5%. De acuerdo con nuestros datos, el crecimiento a cierre del último trimestre de 2023 fue del 6,4%, superando el 4,0% estimado a principios del ejercicio". De ahí el desembarco en la capital de inmobiliarias como la de la familia Kretz o la oportunidad de reinvención para operadores clásicos, como es el caso de la agencia inmobiliaria de la familia Goyanes Lapique.