De Nuria González a Alberto Cortina: familiares y amigos en la misa funeral de Manuel Lapique

El pasado día 10 de enero pasado fallecía Manuel Lapique, hermano de Cari y Myriam, a los 71 años de edad. Una tragedia tras una larga enfermedad, ya que le detectaron un cáncer hace unos años. La noticia supuso para todos los que le conocían y querían un duro golpe. Tenía dos hijos, Almudena y Carlos, que fueron siempre el mejor regalo de vida.

Poco más de dos semanas después, la familia ha querido organizar su último adiós con una misa funeral en la iglesia de San Agustín en Madrid. El servicio religioso ha estado oficiado por el párroco titular, el sacerdote don José María Muñoz de Juana, y concelebrado por el padre Ángel. Precisamente, la elección de este templo tiene que ver con la buena relación que mantienen ambos con la familia Lapique-Goyanes.

Las primeras lecturas las han leído el hijo de Manuel y los hijos de Caritina y Carla. Almudena le ha dedicado una carta muy emocionante y ha recordado como Sofía Tassara, su madre y primera mujer, estuvo hasta el final.

En la misa también se ha interpretado música a cargo de un coro gospel y se han podido ver a amigos de la familia como Blanca Suelves, Tomás Terry, Maribel Yébenes, Begoña García-Vaquero, Nuria González, José María García, Alberto Cortina y Elena Cue.

En San Agustín se organizan grupos de oración, de trabajo y sociales para los diferentes proyectos que se dedican a la ayuda para personas más desfavorecidas. Era un lugar de encuentro para Caritina Goyanes y su marido, Antonio Matos, con el grupo Emaús, al que pertenecieron. Asimismo, también era el lugar donde la hija de Cari Lapique acudía cada domingo para celebrar con sus hijos la tradicional misa. Un recuerdo triste para todos los que han asistido este miércoles al homenaje religioso de Manuel Lapique.

Hay que recordar que en el transcurso de los últimos seis meses, han fallecido de repente tanto Carlos como Caritina Goyanes y Tito, hermano del empresario. Por ello, tras el fallecimiento de Manuel, la familia sigue abatida. Era un hombre muy querido por todo su entorno, tanto por las personas que trabajaban como por las que habían trabajado con él. Tenía ese don de gentes que heredó de su madre, Caritina Fernández de Liencres, una mujer divertida, centro de su familia y, según las crónicas de aquellos años, la que mejor bailaba flamenco.

Además, había adquirido la simpatía materna y la visión empresarial del padre, que fue el creador de la urbanización y el hotel Guadalmina, entre otros proyectos importantes desarrollados en Madrid y en la Costa del Sol. Manuel Lapique hijo fundó varias empresas dedicadas a la exportación y a la consultoría inmobiliaria. Más tarde, fue director general de la empresa Ofpique que creó su padre en 1952 y él acrecentó.