Muere a los 88 años Helga de Alvear, la discreta galerista con una colección incalculable
Procedente de una adinerada familia de industriales alemanes, cedió su colección para que pudiera ser disfrutada por todos los españoles. Ha fallecido este lunes
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Helga de Alvear ha muerto este lunes a los 88 años. La galerista, discreta hasta el extremo, no era tan conocida como la baronesa Thyssen, pero podría serlo. Porque, como la aristócrata, poseía una colección de arte cuyo valor (artístico y pragmático) es incalculable. Y, como la anterior, también está cedida para que disfruten de ella todos los españoles. En su caso, en un Centro de Artes Visuales que lleva su nombre en Cáceres, cuya ampliación inauguraron los reyes Felipe y Letizia en 2021.
En su seno, el nuevo Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear alberga una de las mayores colecciones de arte contemporáneo de Europa, construida con mimo desde el año 1967 por esta mujer de origen alemán que no ha salido nunca en las revistas del corazón.
No le gustaban los saraos, las fiestas, ni el relumbrón. Solo protagonizó titulares cuando en alguna cita coincidía con los Reyes, o cuando donó, en 2020, un millón de euros destinados a la investigación contra el coronavirus. Los fondos fueron destinados a apoyar el trabajo que estaba desarrollando el equipo del virólogo Luis Enjuanes, quien dirige junto a Isabel Sola y Sonia Zúñiga, la búsqueda de vacunas, antivirales y anticuerpos contra el coronavirus.
Fue la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Rosa Menéndez, quien reveló la donación realizada por Helga de Alvear, contando que la galerista lo había hecho porque deseaba que la sociedad tomara conciencia de la gran importancia que la investigación tiene para el desarrollo y el bienestar de todos los ciudadanos. Lo hizo siempre desde su línea de discreción.
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Nacida en Renania en el año 1936, Alvear procede de una familia que hizo dinero en la industria alemana. Su padre, Jakob Müller, fundó su empresa en 1957. A día de hoy, el Grupo RKW se ha convertido en uno de los principales fabricantes mundiales de plástico industrial y cuenta con cerca de 3.000 empleados.
La joven Helga recibió la mejor educación. Siendo una veinteañera viajó a España para aprender el castellano. "La nieta de la señora en cuya casa vivía se casaba con un arquitecto. Y en esa boda a la que me invitaron había un chico que se enamoró de mí. Fue inmediato. Me sacó a bailar y me dijo: 'Yo me caso contigo'. Y yo le respondí: 'ja, ja, ja'. Tenía 12 años más que yo y estuvimos casados 51", contó ella en una entrevista en 'El País Semanal'.
Historia de amor
Su marido, el arquitecto Jaime de Alvear, era de un pueblo de Córdoba. La galerista recordó en varias ocasiones el auténtico shock que supuso para ella encajar en una sociedad española que estaba en las antípodas de lo que estaba sucediendo en Europa, le costó una depresión.
"Hay una foto de familia al lado de Córdoba, en Villa del Río, que es el pueblo donde nació, en la que todas las mujeres aparecen con medias, faldas y manga larga, mientras que yo llevo unos pantalones de campana anchísimos, años sesenta. Y claro, me odiaban a muerte... Por eso creo que nunca he podido encontrarme con los Alvear", reveló en la misma charla. Tuvo que recibir ayuda psicológica.
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Jaime de Alvear, al que el párkinson acabó llevándose tras diez años de enfermedad, fue un arquitecto con gran sensibilidad social. Firmó junto a Francisco Javier Sáenz de Oíza y Manuel Sierra Nava la reordenación de la zona de Entrevías, donde construyeron el famoso poblado con viviendas de renta y espacios limitados para tratar de absorber el chabolismo existente en la zona. Helga siempre quiso que el apellido 'de Alvear' prevaleciera sobre el Müller, porque la suya fue una gran historia de amor. "Él lo era todo para mí", reconoció en 'EPS'.
Helga y su marido tuvieron tres hijas. Una es compositora, otra pintora y la tercera es madre de familia numerosa. Con su reciente muerte, este mismo lunes, no está claro qué pasará con su legado y con su incalculable colección.
Talón en blanco
Comenzó en el mundo del arte en el año 1967. "Ocurrió que conocí a Juana Mordó, que me dijo que tenía problemas económicos con la galería. Y yo le dije que la iba a ayudar. Le di un talón en blanco", reveló en 'Vanity Fair'. El 'máster' en galerista le costó un dinero y cuatro años de aprendizaje mano a mano con Mordó, hasta el punto de que finalmente la alemana tomó las riendas de la galería al mismo tiempo que empezaba una colección personal que ya es una de las más relevantes del continente.
Su trabajo le ha valido numerosos reconocimientos, como la Medalla de Extremadura en 2007, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2008, la Cruz de la Orden del Mérito Civil de la República Federal Alemana, otorgada en 2014, la Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid en 2020, o el último, también fuera de nuestras fronteras: la Medalla al Mérito Cultural de la República Portuguesa, que recogía en enero de 2024, en una de sus últimas apariciones públicas.
Helga de Alvear ha muerto este lunes a los 88 años. La galerista, discreta hasta el extremo, no era tan conocida como la baronesa Thyssen, pero podría serlo. Porque, como la aristócrata, poseía una colección de arte cuyo valor (artístico y pragmático) es incalculable. Y, como la anterior, también está cedida para que disfruten de ella todos los españoles. En su caso, en un Centro de Artes Visuales que lleva su nombre en Cáceres, cuya ampliación inauguraron los reyes Felipe y Letizia en 2021.