Las hijas de Zapatero, Laura y Alba Rodríguez Espinosa, seducen con su agencia de publicidad y ya reparten dividendos

Alba y Laura Rodríguez Espinosa parecen haber encontrado en el mundo de los eSports un nicho de mercado. Así lo muestran los buenos resultados de su compañía, una agencia de publicidad llamada Whathefav que fundó en 2019 Laura, aunque hoy la administran de forma solidaria. Las hijas de José Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa acaban de presentar el balance de cuentas del ejercicio 2023 y revelan que les ha ido muy bien. Incluso han decidido repartirse parte de los beneficios obtenidos en concepto de dividendos.

En 2019, poco antes de que estallara la pandemia, Laura fundó Whathefav, una agencia de publicidad centrada en los deportes electrónicos (los llamados eSports), junto a un amigo. Se trata, según su página web, de una "agencia eSports creativa y multimedia". Son "pioneros y creadores de estrategias de marketing dentro y fuera de los deportes electrónicos". "Nuestro cometido -explican- es ayudar a que las empresas consoliden su marca y dar soporte en el mundo de los eSports. Desenvueltos en entornos digitales y analógicos gracias a nuestro equipo creativo multidisciplinar. Vamos de la mano de la igualdad, la sostenibilidad y la innovación para tratar de evolucionar al mismo ritmo que nuestra sociedad". Además de la cofundadora, Laura es la CEO de la empresa.

La agencia tiene su sede en el barrio de Tetuán y hoy cuenta con cerca de siete empleados, entre personal fijo y temporal.

A finales de marzo de 2023, Alba Rodríguez Espinosa pasó a administrar solidariamente junto con su hermana la agencia de publicidad. Alba estudió en la Universidad Europea de Madrid la doble titulación de Comunicación Audiovisual y Artes Escénicas y empezó a trabajar como fotógrafa ocasional. Sin embargo, su ambición siempre estuvo en el séptimo arte. En estos años, la benjamina de Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa ha hecho sus pinitos en el cine. En 2021 firmó el montaje de la película 'Lú Belmonte', una tragicomedia sobre una actriz de 29 años que entra en una crisis existencial. También ha participado como auxiliar de cámara en alguna serie y en vídeos musicales.

Por su parte, tras acabar un ciclo de grado medio en la Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido CEV, Laura Rodríguez pasó una temporada en el canal de televisión del Real Madrid. Posteriormente entró a trabajar como becaria en Noho Comunicación, una de las agencias de publicidad, relaciones públicas y diseño más importantes de la capital. Desde el primer momento demostró su dominio de las herramientas digitales, sobre todo en el campo de la fotografía y la edición de vídeo.

La facturación de Whathefav en 2023 ha aumentado hasta los 400.000 euros, lo que representa un incremento en su cifra de negocio del 33,17% respecto del curso anterior. Esto redunda directamente en los beneficios obtenidos por las hermanas tras pagar impuestos: su beneficio en 2023 fue de 105.288 euros, lo que implica un incremento del 86,38% respecto de 2022. Las hermanas han decidido destinar una parte a las reservas voluntarias de la empresa, pero la mayoría será repartido entre ambas en concepto de dividendos: en concreto, 74 mil euros.

Laura y Alba han sido pioneras en el campo de los deportes electrónicos, un negocio que está en pleno auge gracias entre otros a figuras como Gerard Piqué o Ibai Llanos. "Apasionados por los videojuegos y creadores de contenido eSports. Realizamos seguimientos de las competiciones más destacadas tanto a nivel nacional como internacional: League of Legends, Counter Strike, Rainbow 6, Clash Royale y Strategy Games, entre otros. Somos pioneros en la creación de secciones eSports en varios medios generalistas. Escribimos crónicas y resúmenes de jornadas de diferentes ligas profesionales, vídeos de los mejores momentos y entrevistas a los referentes del sector", se promocionan.

También ofrecen sus servicios para crear contenido multimedia en general y para llevar a cabo proyectos en los que la creatividad, su "punto fuerte", sea decisiva. Hace unos meses se hizo viral una oferta de empleo que publicaron en la que buscaban un creador de contenido venezolano "para desarrollar un proyecto gaming para Venezuela desde Madrid".

Las hermanas hoy viven una existencia prácticamente anónima, después de que durante los años de mandato de su padre, se convirtieran en objeto de atención por parte de los medios. Sobre todo desde que en 2009 la Casa Blanca publicara una foto de José Luis Rodríguez Zapatero; su mujer, Sonsoles Espinosa, y sus dos hijas junto a Barack y Michelle Obama. La imagen se tomó en el Metropolitan, después de la apertura de la Asamblea General de la ONU, donde los Obama ofrecían una cena.

Aunque no era la primera vez que se publicaba una imagen de las niñas, el empeño que habían puesto Zapatero y su mujer en proteger la intimidad de su familia desde su llegada a Moncloa en 2004 saltó por los aires. La foto con los Obama marcó un antes y un después. Cuando se supo que la esposa y las hijas del presidente habían viajado en el avión oficial acompañando a su padre a la Asamblea General de la ONU y a la cumbre de Pittsburgh, el PP anunció una batería de preguntas en el Congreso para saber cuánto había costado a las arcas públicas. Las tertulias disfrazaron de debate político lo que en realidad eran cotilleos sobre el atuendo de las menores, la adolescencia y las tribus urbanas. No hubo piedad.

A partir de entonces se rompió ese pacto tácito entre el jefe del Ejecutivo y los medios de comunicación sobre la privacidad de la familia, y durante un tiempo los medios seguimos la actualidad relacionada con las chicas. Las vimos matricularse en sus carreras, hacer sus primeras prácticas y seguir con sus vidas a pesar de todo. Con la salida de la política activa de Zapatero, las jóvenes pudieron volver al anonimato y desde entonces poco o nada se ha sabido de ellas. El actual presidente, Pedro Sánchez, aprendió bien la lección y jamás se ha visto ni se ha sabido nada de las dos hijas que tiene con Begoña Gómez.