El lado más personal de Julián Álvarez: de su pequeño pueblo natal a su novia Emilia Ferrero y su casa en Madrid

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El futbolista del Atlético de Madrid acapara los titulares de las últimas horas, dentro y fuera de nuestras fronteras, por la polémica suscitada tras el penalti que lanzó en el derbi de Champions League. Una histórica tanda de penaltis, según 'El Confidencial', que ha revolucionado el balompié.

Sin embargo, más allá del fútbol queremos poner el foco en la faceta más personal del deportista. Así, al igual que conocemos la vida familiar de Lamine Yamal, la pasión por la moda de Héctor Bellerín o el papel como referente de Alexia Putellas, desvelamos el lado más personal de Julián Álvarez.

Natural de Calchín, un pequeño pueblo argentino de la provincia de Córdoba, a sus 25 años Julián Álvarez es el hijo pequeño de Gustavo y de Marian. Una familia numerosa, completada por sus hermanos mayores, Rafael y Agustín, que siempre ha permanecido muy unida, apoyando al jugador de fútbol en las diferentes etapas de su carrera.

Un éxito deportivo donde también cuenta con una sólida relación con María Emilia Ferrero, su novia de juventud. La pareja se conoció cuando ambos tenían 10 años, ya que la joven visitaba Calchín para ver a su abuelo. Una amistad que después se transformaría en amor, iniciando su noviazgo en 2019. Emilia Ferrero es también una gran amante del deporte, sobre todo del hockey, además de haber estudiado Magisterio de Educación Física.

Sin embargo, actualmente su faceta profesional está más orientada a su labor como creadora de contenido, con más de 500.000 seguidores. Un papel en las redes sociales donde no faltan las fotografías con su pareja y de su vida en Madrid. Una mudanza a la capital el pasado 2024 que les llevó a protagonizar diferentes titulares, no por lo deportivo, sino porque su primer chalet alquilado había pertenecido a Bárbara Rey en su etapa cercana al rey Juan Carlos I.

Una vivienda provisional que justo abandonaron para poner rumbo a otra exclusiva urbanización de Madrid. Asentado en la capital, 'la araña', su apodo de la infancia, que le ha hecho famoso por parecer que tiene varias 'patas' al jugar al fútbol, vive hoy un momento complicado en lo profesional, pero para el que tiene numerosos apoyos en lo personal.