Así es la casa de Antonio Orozco en Sitges: 200 metros de calma, familia y mucha inspiración

• El hijo de Antonio Orozco emociona con unas sentidas palabras a su padre: "Mamá está orgullosa de ti"
• Así es la casa de Carlos Alcaraz: un refugio rústico con historia

Antonio Orozco ha encontrado en Sitges su refugio perfecto. El cantante, alejado del bullicio de Barcelona, ha apostado por una vida tranquila y familiar en una exclusiva urbanización junto al mar y muy cerca de un campo de golf.

Aunque él mismo reconoce con humor que no juega, sí valora la tranquilidad y el entorno natural que rodea su hogar. Allí vive con su pareja y sus dos hijos, en una vivienda de 200 metros cuadrados donde ha sabido crear un espacio a medida, tanto para su vida familiar como para su faceta creativa.

Una reforma diseñada por el propio artista

La casa, ubicada en la planta baja de un edificio de alto standing, fue completamente reformada por el propio artista. Orozco quiso rediseñarla desde cero para adaptarla a sus gustos y necesidades.

Uno de los cambios más significativos fue la distribución: en lugar de espacios cerrados, optó por una planta abierta donde cocina, comedor y salón comparten una misma estancia, generando “un ambiente multifuncional y luminoso que favorece la convivencia familiar”, como detallan en 'Semana'. Estéticamente, la vivienda destaca por una decoración con “influencias eclécticas” que mezclan materiales naturales, como la madera clara, con una paleta de tonos neutros y paredes blancas.

Luz natural, madera y estilo nórdico-campestre

El mobiliario combina piezas de diseño moderno con elementos de aire rústico, logrando una armonía entre funcionalidad y calidez. Sofás con formas irregulares, mesitas de madera pulida y detalles naturales definen un estilo que se mueve entre lo nórdico y lo campestre. Uno de los espacios más especiales es la terraza exterior, concebida como una extensión del salón principal.

Allí, una cama balinesa preside la zona chill out, “un rincón ideal para leer, componer o simplemente ver el atardecer”. Este lugar se ha convertido en uno de los preferidos de Orozco, quien lo ha mostrado en entrevistas y redes sociales como símbolo de su forma de vida. La música también tiene su rincón.

La música como parte del hogar

En el salón, guitarras colgadas en la pared, un equipo profesional y un piano donde ha compartido momentos junto a su hijo Jan, crean un pequeño estudio de grabación improvisado. Es habitual que parte de su trabajo artístico nazca ahí, entre recuerdos familiares, objetos personales y la paz que le brinda este entorno.

Para Orozco, su casa “es un refugio emocional”, como él mismo declaró en una entrevista. Un hogar donde ser simplemente Antonio, sin focos, sin prisas, rodeado de los suyos y, sobre todo, de inspiración.