Amancio Ortega, sí, pero también Antonio Ortega, Rosalía Mera, Primitiva Renedo... los nombres propios del éxito de Zara

En el tiempo que va desde 1944, año en que un rapaz de 14 años llamado Amancio Ortega entró a trabajar como recadero en la camisería Gala, y 1975, cuando el primer Zara abrió sus puertas, sucedieron unos cuantos milagros. Todos relacionados con una buena visión empresarial, una fe inquebrantable a pesar de los fracasos –que los hubo– y mucha hambre. La que pasaron los hermanos Ortega de niños cuando los cuatro hijos hacían malabarismos para comer con el sueldo de ferroviario de su padre. Pero también la que se convirtió en el motor de un sueño que con el tiempo se convertiría en un éxito empresarial sin precedentes en España.

El hijo del dueño de Gala, que tenía la misma edad que Amancio, contó en el libro 'De cero a Zara', de los periodistas Jesús Salgado y Xabier R. Blanco, cómo fue aquel primer trabajo del adolescente: "Como era normal, empezó de chico de los recados. Limpiaba los escaparates, llevaba los paquetes y atendía al mostrador cuando había mucha urgencia". También aprendía los rudimentos del negocio textil. Se despidió tres años más tarde para irse a trabajar a la mercería La Maja, donde ya trabajaban sus hermanos Antonio y Josefa. Allí conoció a una costurera llamada Rosalía Mera con la que inició un largo noviazgo hasta su boda en 1966. También siguió asimilando conocimientos sobre el negocio de la confección.

Los hermanos y sus parejas tuvieron la ambición de crear un negocio propio de confección textil, algo muy común en una época donde había que salir a buscar las oportunidades. La idea era elaborar las prendas en un pequeño taller que establecieron en un principio en casa de Antonio Ortega sin abandonar de momento sus empleos. Rosalía Mera y su cuñada, Primitiva Renedo, confeccionaban las prendas a partir de las ideas que les suministraban Antonio y Amancio, que seguían en contacto con los clientes de La Maja, pero también empezaban a imitar artículos de la competencia. Josefa, "una mujer con gran capacidad de trabajo que había estudiado finanzas", era la que se ocupaba de llevar las cuentas.

"El producto final consistía sobre todo en batas de boatiné con hombreras cuya elaboración estaba destinada a una minoría de mujeres de rentas altas, pero deseadas por una mayoría con ingresos menores. Para lograr grandes ventas, debían abaratar su elaboración y precio final. Los Ortega pudieron solucionar el dilema con telas atractivas y baratas y precios inferiores a los de la competencia", explican en 'Finanzas para mortales'. La venta y comercialización corrían al principio a cargo de Antonio y Amancio, aunque luego crearon una red comercial de viajantes.

La cosa fue bien y en 1963 nacía Confecciones Goa, la semilla de Zara, cuyo taller se ubicó en una nave industrial del polígono de La Grela en Coruña. Poco a poco se fueron abriendo nuevas líneas de negocio más allá de las prendas íntimas del principio, siempre con la idea de vender al por mayor y ajustando los costes al máximo. La primera intentona de tener una tienda propia y lanzarse al comercio minorista, sin embargo, no funcionó.

La abrieron en 1971, se llamó Sprint y estaba en la calle Torreiro de A Coruña. En ella vendían ropa de diseño moderno a precios razonables, también distribuían diferentes marcas, como On the Road. El experimento resultó un fracaso, pero a pesar de eso los hermanos Ortega no se desanimaron. Al núcleo más familiar se incorporaron entonces "dos nuevos miembros que conocían bien los canales de ventas, el empresario textil José Antonio Caramelo, viajante de La Maja, y su sobrino Javier Cañás", se lee en 'Finanzas para mortales'.

Zara España S.A. fue constituida el 24 de mayo de 1974, aunque la primera tienda no abrió hasta 1975, como sabemos. ¿Por qué se llamó así? Existen distintas teorías, pero parece que Amancio Ortega empezó a jugar con las letras hasta que le salió esa combinación, que le sonó contundente. Su objetivo era la diversificación del canal de venta: dejar de depender en exclusiva de las ventas de terceros (las tiendas y los mayoristas y distribuidores de textil a los que comercializaba la ropa) para empezar a controlar todas las fases del proceso: el diseño, la producción en talleres, la comercialización de la ropa y el cliente final, el usuario de la ropa.

En el blog 'Mundo de la Empresa' se pueden ver aquellas primeras etiquetas de Zara con un logotipo más naif pero perfectamente reconocible. La boutique de entonces arrasaba entre los estudiantes. "Algunos coruñeses recuerdan aún cómo iban a comprar a esa primera tienda de Zara de la calle Juan Flórez y en la que inicialmente el glamour y el estilo no eran precisamente sus principales características. Según comentan, era muy típico ir al Zara a comprar los jerseys para el colegio (y otras prendas muy socorridas a diario) fundamentalmente por su atractivo precio", escribe el bloquero.

Poco a poco la marca se fue sofisticando y se convirtió en lo que hoy conocemos como la marca de moda más famosa del mundo. La tienda de Juan Flórez celebra este viernes su medio siglo de vida reabriendo con una imagen renovada tras varios meses de reforma. En su escaparate una pantalla rotatoria ha estado anunciando a los coruñeses la onomástica: "El 9 de mayo de 1975, en este mismo lugar Zara abría su primera tienda en el mundo. Cinco décadas después celebramos el 50º aniversario de esta tienda y de nuestra marca rindiendo homenaje al lugar donde empezó todo. Un guiño a la arquitectura, al pasado y presente de esta ciudad en este medio siglo de vida. Gracias por acompañarnos".