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Carlota Boza, más de diecinueve años en televisión: “Estoy deseando ver cómo soy como madre”
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ENTREVISTA

Carlota Boza, más de diecinueve años en televisión: “Estoy deseando ver cómo soy como madre”

Carlota Boza se sincera con Vanitatis sobre el momento que atraviesa tras dieciséis temporadas en una de las series más famosas del país: la fama, las críticas, los rumores e imágenes inéditas de los rodajes

Foto: Carlota Boza junto a Pablo Chiapella durante las grabaciones. (Cortesía)
Carlota Boza junto a Pablo Chiapella durante las grabaciones. (Cortesía)

Si el bebé que ha tenido mi personaje cumple cinco años, tendrá la edad con la que yo empecé en la serie”, comienza contando Carlota, mientras se recoge con naturalidad en el sofá de su casa, rodeada por los guiones de la temporada dieciséis de La que se avecina.

No sé como lo hacen los guionistas de LQSA que siempre logran sorprenderme”

placeholder Carlota de niña junto a Laura Caballero durante un rodaje de ´La que se avecina´ en una imagen inédita hasta la fecha. (Cortesía)
Carlota de niña junto a Laura Caballero durante un rodaje de ´La que se avecina´ en una imagen inédita hasta la fecha. (Cortesía)

A los cinco años, mientras la mayoría de los niños pasaba las tardes en el parque, Carlota ya se desenvolvía entre focos y cámaras. “Cuando empecé me cantaban el guión porque era tan pequeñita que no sabía leer”, recuerda con una mezcla de asombro y ternura.

Han transcurrido dieciocho años desde su debut en la serie y diecinueve desde aquellas primeras jornadas de rodaje. Desde el comienzo, hay un consejo que guarda con especial cariño, uno que le dio Macarena Gómez en sus primeros pasos: “Tú sorprendente siempre”. Y, a juzgar por su trayectoria, ha hecho de esa máxima una forma de estar en escena.

placeholder Carlota de niña junto a su hermano Nano - en la serie y en la realidad- durante las grabaciones hace más de quince años. (Cortesía)
Carlota de niña junto a su hermano Nano - en la serie y en la realidad- durante las grabaciones hace más de quince años. (Cortesía)

"No sé cómo lo hacen los guionistas, pero cada vez que me entregan un guión nuevo, alucino con los giros que tienen. Recuerdo que aún no había ni cumplido dieciocho años y, de repente, me casaba con el conserje para que tuviese papeles. O cuando me abrí OnlyFans…”, relata entre risas, dejando entrever la mezcla de sorpresa y complicidad siente por su personaje.

placeholder Carlota junto a sus hermanos en la serie con apenas seis años durante un rodaje. (Cortesía)
Carlota junto a sus hermanos en la serie con apenas seis años durante un rodaje. (Cortesía)

Formada en Animación y con estudios de interpretación y teatro, asegura que ninguna experiencia se asemeja a la vivida frente a las cámaras. “El bagaje que te da desde tan niña grabar con actores tan profesionales es algo de lo que me siento profundamente agradecida”, afirma.

Lo bonito de la interpretación es que te permite vivir muchas vidas

placeholder Carlota y su familia en la ficción durante un rodaje. (Cortesía)
Carlota y su familia en la ficción durante un rodaje. (Cortesía)

La vida siempre me ha parecido demasiado corta, y quizá por eso me atrae tanto la interpretación: te permite vivir muchas vidas en una sola”, dice Carlota. Habla de su oficio como una forma de multiplicar la experiencia. “Un día eres madre, al siguiente una duquesa, y al otro un pirata… Es algo increíble”.

Mi sueño sería encontrar un proyecto sin tener la etiqueta de la serie

placeholder Carlota junto a Pablo Chiapella en una imagen durante el rodaje. (Cortesía)
Carlota junto a Pablo Chiapella en una imagen durante el rodaje. (Cortesía)

Madre en la ficción, la grabación de un parto

Ponerse en la piel de otros, habitar experiencias ajenas, explorar emociones que no son propias. Para Carlota, ese es el centro —y el reto— de la interpretación. “Enfrentarte a situaciones que nunca antes has vivido me parece algo mágico, pero también tiene su dificultad”, explica. Al enfrentarse a un personaje, dice, los actores se sumergen inevitablemente en sus propias vivencias. Es a través de esa conexión íntima como el personaje va tomando forma.

Eva Isanta me ayudó mucho a entender lo que es un parto

placeholder Carlota junto a su madre en la ficción y compañera de reparto, Eva Isanta durante las últimas grabaciones. (Cortesía)
Carlota junto a su madre en la ficción y compañera de reparto, Eva Isanta durante las últimas grabaciones. (Cortesía)

En la temporada dieciséis de La que se avecina, Carlota Rivas se queda embarazada y da a luz. Un terreno completamente nuevo para ella. “Me acuerdo que empecé a ver vídeos de influencers que publicaban sus partos y también me hice un estudio de películas con escenas de parto. Era algo muy desconocido para mí”, recuerda. A medida que leía el guion, intercalaba en voz alta las acotaciones con las que venían marcadas las escenas: -contracción-, - contracción-. “Hablaba entre contracciones”, bromea.

Tengo muchas ganas de ver como evolucionan los personajes: Carlota como madre, los abuelos…

placeholder Carlota durante un rodaje de la última temporada de LQSA. (Cortesía)
Carlota durante un rodaje de la última temporada de LQSA. (Cortesía)

Aunque el parto en la serie se rodó en una sola secuencia, las contracciones se repartieron durante más de un mes de grabación. No lo vivió sola. “Estoy muy agradecida a mi madre en la ficción, Eva Isanta. Me ayudó muchísimo: me explicaba desde dónde empezaban los dolores y me daba consejos durante las escenas”, cuenta. Pero Carlota no solo interpretó un parto: su personaje, finalmente, dio a luz. Ahora, lo que viene es otra etapa, menos previsible. “Parir no es ejercer de madre. Tengo muchísimas ganas de ver la evolución de Carlota y cómo va a ser como madre. Nunca se sabe, por no hablar de los abuelos…”, comenta entre risas.

Cuando una serie lleva tantos años, la gente confunde la ficción con la realidad

placeholder Carlota ya con su bebé de la ficción durante un rodaje. (Cortesía)
Carlota ya con su bebé de la ficción durante un rodaje. (Cortesía)

La familia de su personaje, ´Los Cuquis´, ha estado presente en la serie desde sus inicios y se ha convertido en una referencia reconocible para varias generaciones. Esa familiaridad con el público, en ocasiones, borra los límites entre la ficción y la realidad. “En ocasiones, cuando voy por la calle, me dicen ‘¿Dónde te has dejado a Amador?’ o me regañan por hablar mal a mis padres”, comenta entre risas. “Cuando una serie lleva tantos años, la gente termina por confundir la ficción con la realidad”.

La gestión de las criticas

Que la ficción pueda, en ocasiones, rozar o incluso superar a la realidad, ha llevado a Carlota a vivir situaciones difíciles de anticipar. “Mi personaje ha cogido un rumbo muy rompedor, y a raíz del estreno del capítulo en el que se abre un perfil en OnlyFans, me han llegado a llamar fresca por la calle”, relata. Ante esas reacciones, dice, hay dos caminos: tomárselo como una ofensa o como un elogio involuntario al trabajo actoral. “Yo opto siempre por la segunda opción”.

Siento mi personaje tan mío que a veces me da vergüenza contarle a la gente lo que le va a pasar, como si fuese real

placeholder Carlota durante uno de los rodaje de una temporada de LQSA. (Cortesía)
Carlota durante uno de los rodaje de una temporada de LQSA. (Cortesía)

Esa confusión entre actriz y personaje no solo ocurre fuera. También aparece en casa, cuando el guion se mezcla con lo personal. “Aunque somos completamente diferentes, siento a Carlota Rivas tan mía que cuando le pasan cosas me da pudor contárselo a mi madre”, admite. Recuerda, entre risas, el capítulo en el que su personaje realiza un baile erótico para el interpretado por Carlos Areces: “Me daba vergüenza enseñárselo a mi madre”. Algo parecido le sucedió con el último guion: al terminar de leerlo, lo primero que pensó fue ¿Ahora cómo le cuento a mamá que estoy embarazada?

Cuando no estoy trabajando, llevo una vida muy normal

placeholder Carlota en una imagen de álbum familiar de niña. (Cortesía)
Carlota en una imagen de álbum familiar de niña. (Cortesía)

Desde hace dos años, Carlota combina su trabajo como actriz con una presencia activa en redes sociales. “Para mí han sido una forma de mostrar que, más allá de mi papel en La que se avecina, soy una chica de veinte y pico años. Aunque esta profesión tiene cosas que sé que no forman parte de la rutina de la mayoría —viajar con marcas, acudir a eventos, rodar en un set—, cuando no estoy trabajando, llevo una vida normal. Estoy en casa con mi madre y mi hermano, salgo de tardeo con mis amiga y no hay quien me saque de la terraza...”.

Hay críticas que comprendo; lo que no alcanzo a entender es el odio”

placeholder Una fotografía de Carlota de niña junto a su familia en la ficción. (Cortesía)
Una fotografía de Carlota de niña junto a su familia en la ficción. (Cortesía)

Las redes, sin embargo, también le han traído críticas. “Creo que todo el mundo critica, la diferencia es que cuando eres un personaje público hay más gente opinando sobre ti”, reflexiona. “Lo entiendo. Incluso hay veces que leo comentarios y pienso: ‘mira, tiene razón’. Pero lo que no comprendo es el odio. Escribir con la intención de hacer daño. Pienso que muchas veces son personas que no están bien y canalizan su frustración contra figuras públicas. Pero hay comentarios que pueden doler mucho más de lo que alguien imagina”.

Me pregunto mucho qué es realmente la fama

placeholder Carlota en una imagen durante la promoción de la serie. (Cortesía)
Carlota en una imagen durante la promoción de la serie. (Cortesía)

Su visión de la fama y la intrahistoria de los rumores de Alcaraz

Carlota lleva tiempo haciéndose preguntas que no tienen una respuesta inmediata. Se interroga sobre los límites entre el trabajo y la fama, sobre qué parte de lo que el público reconoce pertenece realmente a ella y cuál a su personaje. “Me pregunto mucho qué es realmente la fama. ¿Dónde termina mi trabajo y empieza la fama? O quizá no soy yo, sino que lo conocido es mi personaje, y eso me parece bonito. Porque pone en valor mi trabajo”.

Es emocionante pensar que la serie le alegra el día o ayuda a desconectar a personas

placeholder Carlota junto a su hermano Nano durante la grabación de uno de los últimos capítulos de LQSA. (Cortesía)
Carlota junto a su hermano Nano durante la grabación de uno de los últimos capítulos de LQSA. (Cortesía)

La exposición, dice, es una parte que acompaña inevitablemente a la profesión. Lo ha entendido desde niña. Y, con ella, llegan momentos que valen la pena. “Cuando a alguien le hace ilusión el simple hecho de saludarte, es algo que valoro mucho. Agradezco el cariño de la gente y me emociona pensar que la serie puede alegrar el día a alguien o sacarle por un rato de la rutina”.

Cuando me sacan novios, me lo tomo con humor y lo desmiento

placeholder Carlota en la serie actuando junto a sus compañeros de reparto. (Cortesía)
Carlota en la serie actuando junto a sus compañeros de reparto. (Cortesía)

Ser una actriz joven con visibilidad pública conlleva una exposición que va más allá de lo profesional. Carlota lo ha vivido especialmente en lo relativo a su vida sentimental, un terreno donde no siempre ha podido marcar los límites. “No quiero frivolizar, porque sé que hay gente que lo pasa muy mal con estas cosas. Pero yo relativizo bastante. Cuando han surgido rumores me lo he tomado con humor y los he desmentido. Creo que, al menos en mi caso, si eres transparente, lo que un día parece noticia, al siguiente deja de serlo”.

Hace una pausa, sonríe, y lanza una pregunta con tono irónico: “¿Ahora toca el tema Alcaraz, no?”. Recuerda con cierta perplejidad cómo una noticia de la que ni siquiera tuvo conocimiento previo comenzó a extenderse por los medios de comunicación y redes. “Me sorprendió mucho porque no me enteré de nada. De repente todos los medios se hicieron eco, salía a la calle y me preguntaban, me llamaba todo el mundo… y yo no entendía de dónde salía todo eso”.

Alcaraz es un ejemplo para la gente de nuestra generación

placeholder Carlota en una imagen atendiendo a los medios. (Cortesía)
Carlota en una imagen atendiendo a los medios. (Cortesía)

Explica que el vínculo con el tenista como algo natural y no especialmente cercano. “Tampoco es que sea íntimo amigo mío. Le empecé a seguir en 2020 porque soy muy fan del tenis y me gusta leer sobre deporte. Vi un artículo que decía que era una promesa, un prodigio, y me interesó. Empezamos a seguirnos, intercambiamos algunos mensajes porque es fan de La que se avecina, pero nada más allá de eso”. Habla con admiración. No tanto desde lo personal como desde una mirada generacional. “Le admiro mucho. Porque además de España a lo más alto, como hizo Nadal, sino porque representa un ejemplo para los de nuestra edad. Ahora, con el estreno del documental, se ve también su parte más personal. Te hace pensar en el nivel de disciplina que se exige a gente tan joven. Me ha gustado mucho”.

Si el bebé que ha tenido mi personaje cumple cinco años, tendrá la edad con la que yo empecé en la serie”, comienza contando Carlota, mientras se recoge con naturalidad en el sofá de su casa, rodeada por los guiones de la temporada dieciséis de La que se avecina.

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