¿Por qué la reina escribe su nombre con zeta?

¿Alguna vez te has preguntado porque Letizia se escribe con zeta? La realidad es una curiosidad burocrática que ha marcado la historia. La Reina explicó el motivo por el que su nombre aparece con “z” en la documentación oficial, una cuestión que ha despertado dudas a lo largo de los años.

La anécdota se remonta a la década de los setenta, cuando tuvo que solicitar a Roma un certificado para presentarlo en el Obispado de Oviedo. “Soy asturiana y en 1972 pedí un certificado a Roma para que llegase a Oviedo. El funcionario del Registro Civil copió tal como vino de allí, con zeta”, relató.

Nada habría cambiado si el funcionario del Registro Civil en España hubiera corregido el detalle, pero no lo hizo. A partir de entonces, todos los papeles oficiales, adoptaron esa forma. Y lo que comenzó siendo un simple error de transcripción quedó consolidado en la burocracia, pasando a convertirse en la escritura “oficial”. “Desde entonces, en todos los papeles oficiales estoy con zeta”, añadió con una sonrisa.

El caso es un buen ejemplo de cómo un detalle aparentemente menor puede perdurar en la historia personal de muchas personas. De hecho, ha habido casos de errores de registro que se convierten en apellidos alterados, nombres escritos de manera distinta a lo habitual o incluso fechas equivocadas que terminan siendo reconocidas legalmente.

Y, aunque podría haberle generado cierta incomodidad, en lugar de modificarlo, la Reina decidió asumirlo con naturalidad, aceptando que los documentos oficiales siguieran reflejando aquella “z” llegada de Roma. El detalle explica también por qué, en algunas publicaciones y registros, puede encontrarse la diferencia ortográfica, generando preguntas en quienes desconocían el trasfondo.

La vida de la realeza también está marcada por estas pequeñas historias que conectan con experiencias comunes de la gente. Porque detrás de un protocolo regio y de una larga tradición histórica, también existen casualidades que nacen de un simple trámite administrativo. Y en este caso, ese pequeño error dejó huella en la firma de la Reina para siempre.