Telma Ortiz y Robert Gavin Bonnar llevan un año separados (y todo empezó por una novela...)

Cuando Robert Gavin Bonnar decidió escribir una novela, nadie imaginaba que ese gesto acabaría desencadenando el principio del fin. En la presentación de la obra, ‘El cuarto poder’, el abogado irlandés y Telma Ortiz, hermana de la reina Letizia, protagonizaron una discusión que, lejos de ser anecdótica, se convirtió en el punto de no retorno: la separación definitiva.

Hace ya un año que Telma y Bonnar pusieron fin a su relación. Él, conocido también por haber estado casado con la violinista Sharon Corr -la estrella de The Corrs- y ella, una de las figuras más discretas de la familia Ortiz, abandonaron su casa de La Moraleja hace ya tiempo, ya separados y enfrentados. “Ha sido un proceso muy duro y es mejor no entrar en detalles porque son íntimos y escabrosos”, señalan fuentes de ambos ‘bandos’, dejando claro que el drama familiar ha sido más profundo de lo que ha trascendido.

La realidad es que Bonnar vive desde entonces en otra vivienda, mientras Telma reparte su tiempo entre un piso y la casa de su padre, Jesús Ortiz, también padre de la reina Letizia. Todo con la máxima discreción posible, pero con un desgaste emocional evidente. Las diferencias, dicen quienes les conocen, venían de lejos. Ser padres a una edad madura (tuvieron a su hija en 2021, ella con 47 años) les pasó factura, señalan las mismas fuentes. Y además, han sido una familia numerosa (dos hijos de él, una de ella y la hija de ambos) con recursos económicos limitados. Este contexto, pues, no ayudó a aliviar la tensión.

Por si fuera poco, desde el entorno de Sharon Corr siempre hubo reticencias. La cantante irlandesa, que asegura que durante años tuvo que pasar una pensión a su exmarido, nunca aceptó la relación entre Telma y Gavin y no ayudó. Porque es una historia que viene de atrás: Sharon, Gavin y Telma eran amigos inseparables, compartían cenas, viajes y hasta confidencias. En un concierto en Cap Roig, por ejemplo, Telma aplaudía en primera fila a su amiga Sharon, sin imaginar que esa amistad acabaría rompiéndose cuando comenzó su relación con Gavin.

El disgusto de Sharon fue tan profundo que llegó a plasmarlo en una canción de su último disco, con alusiones veladas a 'The fool and the scorpion'. Hoy, ese tonto y ese escorpión ya no son pareja. Solo son padres de una familia a la que intentan proteger de un final que, según fuentes cercanas, está siendo “muy, muy intenso”.

En este tiempo, Bonnar había dado pistas, insinuado en varias publicaciones en X (antes Twitter) algunos pensamientos personales en forma de textos poéticos, con frases como: “Nuestros salones de banquetes se silencian hasta convertirse en polvo. Tu copa, siempre llena, estará siempre sedienta”.

Muy propenso a mostrarse en las redes sociales, algo que también disgustaba profundamente a Ortiz, el abogado escribió: “Nuevos niños huérfanos por una nueva distancia. Nuestra constelación, rota. El telar de nuestras vidas — una ruina”.