La boda blindada de Stella Banderas: móviles prohibidos, seguridad y juegos de despiste

¿Boda? ¿qué boda? Las anécdotas para intentar averiguar algo más sobre la boda de Stella Banderas, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, podrían dar para un par de capítulos de la famosa serie 'Paquita Salas'. La joven contraerá matrimonio con su novio de la adolescencia, Alex Gruszynski, el sábado 18 de octubre en la espectacular Abadía Retuerta LeDomaine, en el municipio vallisoletano de Sardón de Duero —un monasterio románico del siglo XII transformado en hotel de lujo con viñedos, spa, restaurante con estrella Michelin y hasta helipuerto propio—. Las partes implicadas han firmado un contrato de confidencialidad y a pesar de haberse filtrado el lugar y la fecha de la ceremonia, se ven obligadas a jugar al despiste.

La discreción obligada en estos casos ha puesto en apuros a más de uno. Uno de los involucrados echaba balones fuera hace apenas unos días: "No, no, la cosa era un lío porque pedían unas medidas de seguridad imposibles de asumir, sí que vinieron preguntando pero creo que han tenido que llevarse la boda a Málaga". Finalmente, han sido los imprescindibles medios locales quienes han roto esa confidencialidad y están publicando los detalles de la que será una de las grandes bodas de la temporada. No todos los días se puede ver juntos a Tippi Hedren, Dakota Johnson, Antonio Banderas y Melanie Griffith, por citar solo al núcleo duro familiar de la joven.

Según publica 'El Norte de Castilla', Antonio Banderas estuvo personalmente visitando el hotel vallisoletano hace unas semanas y a la madre de la novia, Melanie Griffith, también se la pudo ver en verano haciendo unas compras en un conocido centro comercial de la ciudad.

Todo el hotel estará a disposición exclusiva de las familias Banderas y Gruszynski durante cinco días (cuatro noches), por lo que el acceso a la zona estará completamente restringido. Está previsto un dispositivo de seguridad que evite el acceso sin permiso por tierra, mar y aire. El uso del móvil para los trabajadores y los extras (se han contratado más de 150 trabajadores entre camareros y chóferes) está prohibido por contrato. La celebración contará con un cóctel en los jardines, seguido de un gran banquete y una fiesta final con barra libre y actuaciones en directo. En torno a 260 invitados podrán disfrutar de todo lo que están preparando y ya están llenos para ese fin de semana los mejores hoteles de la zona.

Como en una peli de Netflix, Stella se casa con su primer amor, el empresario Alex Gruszynski, tras años de idas y venidas. Pese a que ambos se conocían desde niños, su noviazgo no se inició hasta 2015 y entonces se prolongó cuatro años. Gruszynski cayó con buen pie en la familia Banderas-Griffith y era habitual verle compartiendo jornadas de esquí a las que se sumaba la hermana de Stella, Dakota Johnson. Su unión también estaba bendecida por la madre de su novia, Melanie Griffith, que en 2017 presumía en Instagram de yerno compartiendo una foto de los jóvenes que titulaba como "amor verdadero".

La pareja se separó durante un tiempo pero volvieron a encontrarse en 2023. Stella del Carmen y su novio comparten una gran pasión por el cine y también por una vida discreta lejos del ojo mediático. Gruszynski estudió primero administración de empresas en la Wake Forest University, para especializarse posteriormente en finanzas en una escuela de negocios. Tras un cambio de rumbo profesional, se dedicó a la industria del entretenimiento como cazador de talentos en el departamento de literatura de cine de la agencia William Morris Endeavor. Actualmente es el cofundador y CEO de Nova, una web que pretende aglutinar a artistas freelances en un mismo espacio.

Con un dispositivo de seguridad que blindará el recinto durante varios días y con la prohibición expresa de usar teléfonos móviles, la incógnita ahora es si trascenderá alguna imagen de la novia en su gran día (hay quien asegura que la exclusiva ya está pactada). La expectación es máxima, pero habrá que esperar al 18 de octubre para comprobar si la obligada discreción logra imponerse al interés mediático.