Iñaki Urdangarin y Arantxa Sánchez Vicario se reencuentran 25 años después: el cariñoso saludo a la madre de la extenista

El Museo Olímpico y del Deporte Juan Antonio Samaranch de Barcelona ha acogido esta tarde el acto conmemorativo del vigesimoquinto aniversario de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Más de cuarenta deportistas españoles se han reunido para recordar aquella cita histórica, entre ellos Iñaki Urdangarin, Gervasio Deferr, Enric Masip, Xavier O’Callaghan, Andrei Xepkin, Jordi Núñez Carretero y Arantxa Sánchez Vicario. La celebración, organizada por la Fundació Barcelona Olímpica con la colaboración del Ayuntamiento y el Comité Olímpico Español, ha rendido homenaje al espíritu deportivo de aquella generación que marcó un antes y un después en el deporte español.

Al acto, Arantxa acudió con su madre, Marisa Vicario Rubio, de quien estuvo muy pendiente en todo momento. Su presencia conjunta refleja la buena relación que mantienen actualmente, tras años de distanciamiento familiar. En 2012, la extenista presentó una querella contra su padre y su hermano Javier por la gestión de su fortuna, aunque el conflicto se resolvió en 2015 mediante un acuerdo. Tras su separación de Josep Santacana en 2018, Arantxa ha recuperado la cercanía con su madre y sus hermanos.

Durante el evento se ha producido un esperado reencuentro entre Iñaki Urdangarin y Arantxa Sánchez Vicario, tal y como adelantó en primicia Vanitatis. Asimismo, el que fue en su día marido de la infanta Cristina también se acercó a saludar a Marisa Vicario Rubio, quien permaneció sentada en las tribunas.

Ambos han compartido impresiones con otros atletas y han posado juntos en un ambiente de cordialidad y nostalgia. Urdangarin ha rememorado la medalla de bronce lograda por el equipo de balonmano, mientras que Vicario ha recordado su participación en tenis. La cita ha servido también para estrechar lazos entre deportistas y celebrar los valores del olimpismo que marcaron aquella inolvidable edición de 2000.

La historia deportiva de Iñaki Urdangarin está marcada por el año 1996. La hija de los Reyes eméritos fue una de las encargadas de saludar al equipo español de balonmano que obtuvo la medalla de bronce, entre quienes se encontraba el deportista vasco. Desde el primer encuentro quedó atraída por él y más tarde coincidieron en una cena organizada por sus socios en el restaurante ‘El Pou de Barcelona’, en homenaje a los medallistas de Atlanta. Según testigos, preguntó por “el rubio”, iniciando una conversación llena de risas y complicidad. Poco después, solicitó su teléfono y él la llamó; al año siguiente contrajeron matrimonio en la catedral de Barcelona, formando una familia con cuatro hijos: Juan, Pablo, Miguel e Irene.