Los detalles de la boda de Francesca Thyssen: un palazzo, una iglesia, un arsenal y Borja

La boda de Francesca Thyssen y Markus Reymann tuvo lugar el pasado viernes 10 de octubre en Venecia, en un hermetismo difícil de burlar. La ceremonia se celebró en la Sala degli Stucchi a Ca' Farsetti, el Palazzo Dandolo Farsetti, una de las sedes del municipio de Venezia, según ha podido saber Vanitatis.

Este espacio civil, situado en la Riva del Carbon, ha sido adecuado con aires románticos a las bodas que se celebran en la ciudad de los canales. La fiesta posterior fue en el Ocean Space, el espacio creado por la pareja en la iglesia de San Lorenzo. Al día siguiente, el sábado, hubo una nueva celebración, esta vez en un antiguo arsenal naval de Venecia.

Así pues, Francesca von Thyssen-Bornemisza de Kászon, de 67 años, se casó el 10 de octubre con Markus Reymann, de 49. Fue una ceremonia civil -ella no tiene la nulidad de su primer matrimonio- en la que Chessie -como la llaman los amigos- vestía un traje de chaqueta blanco impoluto y él un traje negro con camisa y foulard blancos.

El diseño de Thyssen era de corte geométrico, minimalista y destacaban los botones, de color negro. Con el pelo muy corto, rapado a los lados, y teñido de rojo, llevaba como complemento, un pañuelo de seda al cuello. Además del ramo de novia, de lirios blancos, llevaba un bolso negro acabado en red. Las damas de honor, todas niñas, vestían de blanco con flores fuscia en el pelo.

Borja y Blanca

Todos los invitados, incluidos los novios, llegaron en taxis góndola y en una de ellas unos gaiteros amenizaron la jornada con su música. Una de las invitadas más destacadas fue Grace Jones, la famosa modelo de los años 80, que impresionó al resto de invitados con su imponente look, en negro total Aunque para el público español los invitados más llamativos fueron el hermanastro de la novia, Borja Thyssen, que acudió con su inseparable mujer, Blanca Cuesta. Ambos posaron sonrientes para las fotografías, como el resto de invitados.

Cuesta llevaba la melena suelta y revuelta -marca de la casa- y un vestido verde con topos, un diseño de la colección FW26 de Dries Van Noten, firma belga (unos 1.300 euros) y que complementó con zapatos transparentes de Alaïa (unos 400 euros). Borja, por su parte, lucía americana y pantalón azul marengo con corbata granate también de topos. Dos looks clásicos que no llamaban la atención, para que todas las miradas se centraran en los novios.

Tras el enlace, los invitados se desplazaron hasta Ocean Space, una antigua iglesia del barrio de San Lorenzo reconvertida en centro artístico y científico. Es el mismo espacio que Francesca fundó en 2001 bajo el paraguas de su organización TBA21 – Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, y que hoy dirige junto a su ya marido. En ese mismo templo desacralizado se ofrecieron la cena y la posterior celebración, en un ambiente de discreción absoluta.

Otros invitados

Entre los asistentes se encontraban Fiona Campbell-Walter, madre de la baronesa, de 93 años, que lucía un traje de chaqueta azul klein y a su llegada, el resto de invitados la saludaban con entusiasmo. Además, estuvieron los tres hijos que Francesca tuvo con el archiduque Carlos de Austria: Eleonore, Ferdinand y Gloria, además de su yerno Jérôme D’Ambrosio y su nieto Otto, que la acompañó en su taxi-góndola.

La noticia de su boda pilló por sorpresa incluso a algunos miembros del círculo Thyssen, que desconocían la fecha exacta del enlace. El diario alemán primero en publicarlo, recordó que la pareja había anunciado su compromiso el pasado mes de mayo y que ambos habían pedido privacidad absoluta para vivir el momento “en paz e intimidad con sus seres queridos”.

“Este momento es profundamente emotivo y significativo para nosotros y nuestras familias”, escribieron en un comunicado. “Agradecemos las cálidas felicitaciones y el apoyo recibido por parte de amigos, colegas y de las muchas comunidades de las que tenemos el privilegio de formar parte”.

Unidos por los océanos

Francesca y Markus comparten una pasión: el mar. Él, nacido en Alemania y criado entre bosques y ciudades, contaba en una entrevista en Vanity Fair que su primer recuerdo visual era “el mar de Escocia, tan distinto a todo lo que me rodeaba que se me quedó grabado para siempre”. Su esposa, mecenas y activista medioambiental, ha hecho del océano su gran causa.

Reymann se incorporó a la TBA21 en 2011 y es hoy uno de los directores de la TBA21 Academy, la rama de investigación marina de la fundación. En 2019, el matrimonio inauguró Ocean Space, el mismo escenario en el que ahora han celebrado su boda.

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J. Madrid

Nacida el 7 de junio de 1958 en Lausana (Suiza), Francesca es hija del fallecido Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza y de la aristócrata británica Fiona Campbell-Walter. Divorciada del archiduque Carlos de Austria, con quien tuvo tres hijos, la baronesa ha dedicado las últimas dos décadas a su fundación y a la promoción del arte contemporáneo y la conciencia ecológica.

El matrimonio con Markus Reymann, exactor alemán reconvertido en gestor cultural, sella una historia profesional y personal de más de una década. Y, sobre todo, confirma que la discreta heredera del imperio Thyssen sigue marcando su propio rumbo, lejos de los focos, pero siempre rodeada de arte, familia y mar.