Sin embargo, más allá de las risas o de las anécdotas, Juan José Vaquero, su verdadero nombre, también quiso dar un importante mensaje. Así, tras conocer su lado más personal, como su vida familiar o el cierre de su bar, el actor se sinceró sobre su alcoholismo delante de las cámaras de Pablo Motos.
Acostumbrado a hacer reír al público con su ironía y su humor directo, el cómico vallisoletano sorprendió con este testimonio tan personal. "Me vi borracho en el entierro de mi suegra", recordó en 'El Hormiguero', desvelando que fue el momento en el que se dio cuenta de que había perdido el control.
"Ahí me di cuenta de que no podía seguir así. Pedí ayuda profesional porque ya no podía solo", reconoció emocionado. Además, reveló que durante mucho tiempo había convivido con el abuso del alcohol y otras adicciones, pero que siempre pensaba que lo controlaba: "Yo llevaba una vida de noche, de bares, de giras, de risas… y en algún momento perdí el control. Crees que lo llevas tú, pero te lleva él".
Las palabras de JJ Vaquero
"Llegó un momento en el que me mentía a mí mismo. Ya no solo a los demás… me engañaba incluso a mí, y eso fue lo más duro", explicó también. "Se puede salir, pero hay que admitirlo. Mientras no lo digas, no empieza el cambio. (...) No estoy curado, estoy en ello, pero ahora tengo las herramientas y sé pedir ayuda", reveló en esta sincera confesión.
Por ello, decidió hablar con su mujer, iniciando un proceso de recuperación de la mano de profesionales que, según contó, le llevó a incorporar hábitos saludables y a apoyarse en el deporte. "No quiero mandar el mensaje de que con el deporte se deja el alcohol. Si alguien cree que tiene un problema, tiene que ir a un profesional", añadió en el programa de Antena 3.
"Cuando lo cuentas, dejas de esconderte. Y cuando dejas de esconderte, empieza la recuperación", añadía, provocando un largo aplauso del público. "Si mi experiencia le sirve a alguien para decir 'yo también necesito ayuda', habrá merecido la pena contarlo", concluyó, visiblemente emocionado, dando esperanzas a quien se encuentre en un problema similar.