Ruscalleda ofrece su toque mágico a Bodegas Alcorta

Ha sido una propuesta diferente en un mundo, el gastronómico, tan dominado por hombres. La chef Carme Ruscalleda y la enóloga de Bodegas Alcorta, Elena Dell, se han unido para crear Gastrovino, una gama de productos artesanales inspirados y elaborados con el vino Alcorta Reserva 2004.

 

Junto a una edición limitada de 5.000 botellas del que han llamado Alcorta-Carme Ruscalleda 2007, estas famosas bodegas riojanas presentan tres preciadas conservas que pueden complementar diferentes platos, a cual más exquisito.

 

El primero de los productos es una confitura de piquillo que se recomienda servir en tostadas acompañado de anchoa o queso de cabra, o acompañando un asado de cordero. Con el agridulce de frutas, que lleva como base ciruelas y orejones, se puede hacer un perfecto dúo gracias a una carne al punto o roast-beaf. Y con el arrope especiado, compuesto principalmente de berenjena, fresa y melocotón, podemos preparar un plato de carne asada, chuletas o simplemente añadirlo a un yogur.

Ingredientes preparados con mimo

 

En la presentación de esta golosa armonía, Carme Ruscalleda explicó el mimo con el que se prepararon tan preciados alimentos, ya que se cocinaron los ingredientes en marmitas con cantidades de 10 kilos cada vez, en vez de las cantidades que se suelen acostumbrar en la industria alimentaria: 300 kilos.

 

La chef, la única mujer del mundo con cinco estrellas Michelín y alma de los restaurantes Sant Pau de Tokio y Sant Pol de Mar, reconoció con una sonrisa que para ella “la gastronomía es una parcela del paraíso”. Plenamente inmersa en la próxima apertura de Moments, un nuevo restaurante en Barcelona que se situará dentro del Hotel Mandarín Oriental (proyecto del que ya les hablamos Ruscalleda llegará al corazón de Barcelona), Ruscalleda reconoce ser “muy organizada” e intenta, a pesar del intenso trabajo, sacar tiempo libre los domingos, lunes y parte de los jueves. Por eso, quizá, al preguntarle por Madrid como posible destino para un nuevo proyecto gastronómico, lo ve, de momento, inviable.