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Tapas Revolution! Un chef español recorre Inglaterra en moto cocinando gratis
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Tapas Revolution! Un chef español recorre Inglaterra en moto cocinando gratis

¡Basta de fish & chips y currys callejeros! A pesar de contar con algunos de los mejores restaurantes del mundo, los ingleses no son conocidos por

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Tapas Revolution! Un chef español recorre Inglaterra en moto cocinando gratis

¡Basta de fish & chips y currys callejeros! A pesar de contar con algunos de los mejores restaurantes del mundo, los ingleses no son conocidos por las cualidades de su gastronomía. El chef español Omar Allibhoy quería cambiar esto y se ha puesto manos a la obra con una iniciativa muy peculiar: si los súbditos de Isabel II no van a la buena cocina, será la buena cocina la que vaya hasta donde estén ellos. Así, reinventando el viejo proverbio subido a lomos de una moto, está revolucionando la Pérfida Albión mientras enseña a sus habitantes los secretos de las tapas.

Allibhoy, formado con Ferrán Adrià, vive en Londres desde hace años y regenta el restaurante El Pirata Detapas en Notting Hill. En compañía de su fiel amigo Daniel Campos-Sancho (Sancho Panza para los amigos) ha dibujando una gran T sobre el mapa de Gran Bretaña y estos días recorre su geografía en moto cocinando gratis para quien así se lo pide. “Todo nació de la frustración”, explica, la que le producía el desconocimiento de los secretos de la miniaturizada gastronomía española por parte de los británicos. “En Londres hay 6.000 restaurantes indios, 4.000 chinos, 3.000 italianos, 2.000 franceses... y sólo 200 españoles”, destaca.

 

“Además”, continúa, “hay una cadena de restaurantes de comida rápida muy industrial y llena de aditivos que se hacen pasar por españoles y que no dan una buena imagen de nuestra cocina”, explica a El Confidencial por teléfono camino de Oxford, adonde tienen previsto llegar este jueves.

Por si esto fuera poco, “la gente cree que es una cocina muy grasienta”. Sus tradicionales viajes vacacionales a la península y la en ocasiones deplorable cocina de algunos establecimientos no hacen méritos: “Van mucho a los resorts y se piensan que eso es comida española. Quiero que la gente conozca una gastronomía que es excelente, sabrosa y saludable”.

Comenzaron el pasado día 19 en el estadio de fútbol de Anfield, en Liverpool. “Tuvimos un retraso al principio, porque hubo lluvias torrenciales y las motos no podían ni arrancar. En Liverpool estuvimos dos días y medio en vez del único día que pensábamos pasar”. Luego han pasado por Manchester, Grimsby –capital pesquera de Gran Bretaña– y multitud de pueblos perdidos en la campiña.

Hasta ellos se acerca todo tipo de gente: “Nos encontramos con ellos bien porque nos llaman por teléfono o porque nos contactan a través del blog o de Twitter. El único requisito es que tenemos que vernos dentro de la T dibujada en el mapa”. Los hay que incluso se desplazan hasta algún punto de su ruta para encontrarse con ellos.

¿Cómo se hacen con los ingredientes necesarios? “Nuestra idea es cocinar con productos locales que nos vamos encontrando por el camino. Por ejemplo, no podemos usar alubias de Tolosa porque aquí no hay. En vez de hacer una fabada con fabes, podemos hacerla con unas judías blancas más pequeñas que hay en el Reino Unido y que bien utilizadas pueden servir”.

Cuando cocinan en casas particulares tratan de aprovechar lo que haya en las neveras. Aun así, no siempre lo consiguen: “Si sólo hay pizzas, nuggets de pollo y cuatro botes de salsa es imposible hacer nada”. Ese es uno de los principales problemas a los que se enfrentan, la falta de criterio a la hora de hacer la compra. Por desgracia, para muchos británicos “la idea de hacer la compra heredada de sus madres consiste en multitud de paquetitos congelados de colores”.

Sus fogones y cacerolas pueden llegar a cualquier sitio, como el parque Platts Field de Manchester o un tradicional pub inglés. “Acabamos de estar en uno de un pueblo del que no recuerdo ni el nombre. El bar se llenó de vecinos y nosotros preparamos pollo al ajillo, albóndigas y pimientos asados. ¡La dueña estaba encantada!”. Explica Allibhoy que cada ración que servía a los clientes cuesta 30 peniques, un precio asumible a cambio de tener el establecimiento repleto.

En el viaje –siempre con cielo gris en el sombrío verano británico– han tenido tiempo de cocinar en los lugares más inverosímiles: “Hemos preparado comida en jardines (el otro día hicimos una barbacoa con salmorejo y pinchos morunos), en medio de un paso de peregrinos entre el sur de Gran Bretaña y Escocia... ¡Incluso hemos sido arrollados por una manada de ovejas mientras hacíamos un pisto! Este jueves cocinaremos en unos barcos”.

Sin embargo, no todo han sido buenos momentos: a finales de la semana pasada alguien se llevó la moto del fiel escudero Daniel Sancho Panza y aún no saben nada de ella. “Ocurrió en el aparcamiento de un hostal en Sheffield. Llegamos muy tarde, porque no pudimos encontrar ningún camping y nadie nos había acogido. El robo tuvo lugar entre las diez y las doce de la noche: “Fue el propio recepcionista del hostal quien nos avisó de lo que había pasado”. Por suerte no tenían nada de valor en el vehículo, pero ahora tienen que desplazarse los dos en la misma moto con las alforjas cargadas con sus sacos de dormir, una guitarra y los trebejos. “Estará buceando en el río”, bromea.

Con o sin segunda moto, Allibhoy y Campos-Sancho (“¡Juntos hasta que la muerte nos separe!”) siguen a buen ritmo un programa de viaje que tiene en Derby o Doncaster algunas de sus paradas. Prevén llegar la próxima semana a su destino final, Cowes, en la isla de Wight, donde cocinarán para la Armada española.

Los que quieran conocer el día a día de estos intrépidos y revolucionarios cocineros pueden hacerlo a través de su blog Tapas Revolution o su perfil de Twitter, actualizado constantemente. De todos modos, un equipo audiovisual está grabando cada una de sus peripecias y dentro de poco un documental narrará en imágenes esta gran aventura.

¡Basta de fish & chips y currys callejeros! A pesar de contar con algunos de los mejores restaurantes del mundo, los ingleses no son conocidos por las cualidades de su gastronomía. El chef español Omar Allibhoy quería cambiar esto y se ha puesto manos a la obra con una iniciativa muy peculiar: si los súbditos de Isabel II no van a la buena cocina, será la buena cocina la que vaya hasta donde estén ellos. Así, reinventando el viejo proverbio subido a lomos de una moto, está revolucionando la Pérfida Albión mientras enseña a sus habitantes los secretos de las tapas.

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