Restaurantes para ayudarnos a perder los kilitos del verano
Mi columna de hoy está dirigida a aquellos 'compañeros de fatigas' que a la vuelta del verano desean perder alguno de esos kilitos que de forma
Mi columna de hoy está dirigida a aquellos 'compañeros de fatigas' que a la vuelta del verano desean perder alguno de esos kilitos que de forma claramente sorpresiva, con alevosía y nocturnidad, se nos han pegado. Ahora eso sí, sin dejar de disfrutar de la buena gastronomía.
Cómo echo en falta que todavía, en muchos de nuestros restaurantes favoritos, no asuman que éste es un objetivo frecuente del gastrónomo y nos propongan a medida platos y menús que garanticen su consecución sin renunciar al disfrute. ¿A qué restaurantes podemos acudir con esta mentalidad entonces? Tengo dos respuestas obvias: los de verduras y pescados, y aquí es donde me saltan las ideas que quiero compartir: restaurantes peruanos, japoneses, con fuerte presencia de pescados plancha, ensaladas... y algún que otro vegetariano.
Trataremos de evitar así aquellos cuya bodega nos provoque y los de guisotes y postres contundentes, que dejaremos para cuando el frío apriete o el objetivo post vacacional se haya cumplido.
Reviso así unos japoneses que merecen estar dentro de mi Recomendación Gastronómica BBB. No son los mejores de Madrid, pero sí los de mejor relación calidad-precio, y es que cuando hablamos de japoneses, hay habitualmente demasiada inflación en la cuenta. Vayan pues mis propuestas: Inari (General Pardiñas, 43), cuyo dueño cambió el oficio de banquero por restaurador, sabiendo hacer una propuesta atractiva donde su tartar de atún es para mí, simply the best, parafraseando a Tina Turner. Tampoco hay que perderse sus makis, sashimis y sushis. Miyama, en la Castellana, por su autenticidad y extraordinario precio del menú de mediodía. Y Kokoro (Don Ramón de la Cruz, 72), que ajeno a las modas y el glamour de otros lugares, nos recuerda que es posible una cocina japonesa donde se pueda comer sushi y sashimi de excelentes pescados incluido atún sin superar los 30 euros, bien atendidos por Keiji (sala) y Koji en la barra.
Dentro de los peruanos creo que La Gorda es la mejor opción; La Panamericana, como lugar de creación simpático y novedoso, donde su personalísimo plato bloodymary no hay que perdérselo; y Tanta como la versión de formato más sencillo, aunque de gran cocina.
Por último, para ensaladas el restaurante vegetariano El Vergel (Paseo de la Florida, 53) o La Galette 2 (Bárbara de Braganza, 10), con menú de bajas calorías, pueden ser estupendas decisiones. Y variadas, croquetas de manzana, pastellas de verduras...
Mi columna de hoy está dirigida a aquellos 'compañeros de fatigas' que a la vuelta del verano desean perder alguno de esos kilitos que de forma claramente sorpresiva, con alevosía y nocturnidad, se nos han pegado. Ahora eso sí, sin dejar de disfrutar de la buena gastronomía.
- La Chalana, pescados y mariscos al alcance de todos los bolsillos Miguel Casas
- Paella y risotto, las dos cumbres de los arroces mediterráneos Caius Apicius
- Restaurantes italianos por Madrid y Marbella Luis Castroverde