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Pedro Morán, premio a toda una vida en la vanguardia gastronómica asturiana.
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Premios y reconocimientos

Pedro Morán, premio a toda una vida en la vanguardia gastronómica asturiana.

En 1882, comenzaba la construcción de La Sagrada Familia; mientras, muy lejos, en Prendes, muy cerca de Gijón, abría Casa Gerardo

Foto: Ricardo y Pedro Morán. Casa Gerardo. Asturias
Ricardo y Pedro Morán. Casa Gerardo. Asturias

Corría el año 1882, en Barcelona comenzaba la construcción de la gran Catedral modernista, La Sagrada Familia; mientras, muy lejos para lo que eran los transportes de aquella época, en Prendes, muy cerca de Gijón, en un antiguo cruce de caminos, abría una casa de comidas, una casa de postas para atender a los viajeros que iban de Avilés a Gijón. El bisabuelo de Pedro Morán, iniciaba una saga familiar, CASA GERARDO, que iba a dedicar su vida y por generaciones, a dar de comer a los demás. Hoy, cinco generaciones después, santo y seña de la mejor fabada, una estrella Michelin, y el reconocimiento de haber sido uno de los cocineros que ha evolucionado la cocina asturiana desde lo que era una cocina popular y de sustento, para transformarla en todo un arte en la boca; recibe el reconocimiento que siempre ha merecido.

Toda una vida dedicada a la cocina, para sacar a la mesa platos como su mítica fabada de Prendes, las inigualables fabes con almejas y el sabroso ‘pitu’, pollo de corral y el arroz con leche; le han hecho merecedor de la Medalla de oro de Hostelería de Asturias, una distinción que no se entrega anualmente, sino solamente cuando se considera que hay un digno merecedor de la misma, y nadie mejor que él, para lucirla.

Una casa solariega, de piedra, maderas, luminosos ventanales y paredes pintadas en colores sólidos y vivos, son el marco acogedor donde Pedro y su hijo Ricardo, 5ª generación, siguen trabajando codo con codo, para ofrecer lo mejor de la cocina asturiana servidos en platos de vanguardia, y en dos menús principales: El menú Prendes, para entender la esencia culinaria asturiana condensada en 25 pasos y el menú Carreño, algo más reducido, solo 15, con los sabores imprescindibles de esta tierra.

Corría el año 1882, en Barcelona comenzaba la construcción de la gran Catedral modernista, La Sagrada Familia; mientras, muy lejos para lo que eran los transportes de aquella época, en Prendes, muy cerca de Gijón, en un antiguo cruce de caminos, abría una casa de comidas, una casa de postas para atender a los viajeros que iban de Avilés a Gijón. El bisabuelo de Pedro Morán, iniciaba una saga familiar, CASA GERARDO, que iba a dedicar su vida y por generaciones, a dar de comer a los demás. Hoy, cinco generaciones después, santo y seña de la mejor fabada, una estrella Michelin, y el reconocimiento de haber sido uno de los cocineros que ha evolucionado la cocina asturiana desde lo que era una cocina popular y de sustento, para transformarla en todo un arte en la boca; recibe el reconocimiento que siempre ha merecido.

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