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Un desayuno especial desde el trampolín de saltos de Hada Zadid en Innsbruck
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Un desayuno especial desde el trampolín de saltos de Hada Zadid en Innsbruck

Al sur de la ciudad imperial de Innsbruck se yergue altiva la torre del trampolín de saltos más famoso de Europa: Bergisel, se levanta sobre el valle del río Inn.

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Al sur de la ciudad imperial de Innsbruck se yergue altiva la torre del trampolín de saltos más famoso de Europa: Bergisel, que levanta su plataforma de lanzamientos por encima del amplio y bello valle del río Inn. Año tras año la televisión inmortaliza su rampa en el popular campeonato de saltos de ‘los 4 trampolines’ que se retransmite durante los primeros días de enero.

El mítico trampolín, ‘un faro’ para la ciudad, ha sido diseñado y levantado por la genial arquitecta iraní Zaha Hadid. Su trabajo ha situado a la estación como la plataforma de saltos más moderna y de estética más impactante del mundo. La torre se eleva a una altura de 50 metros mientras la rampa se extiende sobre la pendiente para permitir que los esquiadores despeguen a casi 100Km/h para volar por encima de los 130 metros y hacerlo ¡sobre el cementerio de la ciudad!.

Zaha Hadid se ha convertido en la arquitecta fetiche de la ciudad, ya que ha dejado su impronta firmando no solo el trampolín de saltos sino de las estaciones del funicular, todo un icono del diseño, que sube a las montañas del norte de Innsbruck, una auténtica empalizada donde se encuentran algunas de las pistas de esquí más emocionantes de Innsbruck.

Uno de los mejores desayunos que hemos tomado este año, es el que disfrutamos en el restaurante de la torre de saltos. Una pecera acristalada y esférica desde la que divisas toda la ciudad. 360º de vistas magníficas e impactantes. Un desayuno para tomar pausadamente mientras observas las magnificas torres de sus iglesias en primer plano y más allá, la empalizada de montañas que cubiertas de blanco durante varios meses al año reflejan su luz mágica sobre la ciudad.

Para abrir boca te reciben con una copa de Prosecco. Después, un buen vaso de zumo de naranja recién exprimido; una cesta de panes especiales de cereales y semillas, crujientes cruasanes de mantequilla con mermeladas y buena mantequilla para untar. El plato más contundente se sirve a base de huevos frescos revueltos, buen salmón ahumado, jamón y queso cremoso y por supuesto una buena taza de café humeante.

Si subes después de comer para ver como se pone el sol por el oeste, guarda un hueco para deleitarte con uno de los postres estrellas de este país, los famosos Strudel, un postre riquísimo y que lo hacen muy bien en casi todas partes. En este caso y aquí sale de primera. Puedes elegir entre un strudel de manzana con crema casera y salsa de vainilla o el delicioso Bergisel Strudel, la especialidad de la casa que se sirve relleno de queso dulce, nueces y arándanos.

Al sur de la ciudad imperial de Innsbruck se yergue altiva la torre del trampolín de saltos más famoso de Europa: Bergisel, que levanta su plataforma de lanzamientos por encima del amplio y bello valle del río Inn. Año tras año la televisión inmortaliza su rampa en el popular campeonato de saltos de ‘los 4 trampolines’ que se retransmite durante los primeros días de enero.

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