Triana, tradición y buen producto

En un momento en el que la oferta gastronómica de la capital es amplia, cosmopolita y atractiva, no siempre apetece arriesgar y lanzarse a descubrir sitios nuevos sino que se prefiere optar por lo seguro y el placer de recurrir al clásico ‘¿qué me recomienda hoy?’. Triana es de esos lugares a los que siempre quieres volver no solo por su ambiente o por el buen servicio que invita a sentirse como en casa, sino porque se sabe lo que se va a encontrar: buen producto y cocina tradicional.

Este bar restaurante abrió sus puertas hace diez años y no precisamente en ese barrio que un día fue marinero cerca del río Guadalquivir, sino en un local de inconfundible aire andaluz situado a muy pocos metros del parque de El Retiro de Madrid. Tiene terraza climatizada que mantienen abierta durante todo el año y en el interior una amplia barra con sillas altas en maderas oscuras, barriles cómodos para un tapeo y, algunas mesas. Hay menú del día compuesto por cinco primeros y cinco segundos platos para elegir, por 11 euros o, 12,50 si lo sirven en terraza. La carta es amplia y variada e incluye platos tradicionales de la gastronomía andaluza aunque no olvida la de otras regiones, ni sus productos.

Comienza con ensaladas y salazones donde están presentes el salmorejo cordobés, los boquerones en vinagre, las anchoas del cantábrico o el tomate raf ‘aliñao’ en diferentes versiones. Tostas, buenos ibéricos y chacinas y platos apetecibles que nunca fallan como los huevos rotos con jamón ibérico, con gulas, chistorra, trufa o chanquetes con huevos y pimientos. En el apartado de carnes remarcan que son ibéricas de bellota, Castro y González, de Guijuelo como la pluma, presa, secreto y solomillo ibérico, lomo de vaca mayor y unos ricos tacos de solomillo a la plancha acompañados de patatas fritas.

Del mar llega desde la gamba blanca, las cigalitas o el pulpo a la plancha hasta el lomo de merluza de pincho y acertadas frituras variadas con calamares, boquerones, tortillitas de camarones, entre otros, con especial mención al adobo, que preparan ellos mismos. Cada día hay sugerencias de pescados frescos que no están incluidos en la carta y que llegan a la mesa bien cocinados al horno o a la plancha. Si queda hueco para el postre, además de helados artesanos y tartas caseras, los amantes del chocolate tienen su ración con un rico ‘coulant’ con helado de vainilla.

Y para rematar… es el apartado con el que Triana provoca las buenas sobremesas con una amplia lista de marcas nacionales e internacionales de combinados. La bodega incluye vinos con buena representación de las diferentes denominaciones de origen nacional, cavas, champán y vinos finos, manzanilla y Pedro Ximénez.

Disponen de aparcamiento gratuito para los clientes en la calle Menorca, 31.

TRIANA. C/ Narváez, 48 28009 Madrid