La cocina del Mercado de San Antón: una terraza entre azoteas

Es muy agradable comprobar que zonas de la ciudad que un día se encontraban degradadasy deterioradas, casi abandonadas, incluso por las autoridades,cómo gracias al empuje e ilusión de un movimiento social que se fue asentando en la zona, ganando el terreno que otros no supieron mantener,la impulsaron, transformaron y convirtieron en una de las áreas más concurridas, visitadas y animadas de Madrid. La transformación y recuperación del barrio de Chueca es un modelo de impulso y reconversión urbana promovido fundamentalmente por los vecinos.

Tras este impulso dado por los nuevos vecinos que ocuparon el barrio para engrandecerlo y enseñarlo al mundo, yel éxito del nuevo Mercado de San Miguel, las autoridades decidieron reformar el antiguo Mercado de San Antón para convertirlo en punto de encuentro del barrio de Chueca. Un mercado que, a pesar de la gran incorporación de restaurantes, bares y locales de comida en general, mantiene la esencia de mercado, con varios puestos de alimentación en la planta baja, como el colorido y fotografiado puesto de verduras, la charcutería, la tienda de pescado y carne, o la panadería que exhibe en sus estantes enormes y tentadoras hogazas de pan.

Si parafraseando el dicho madrileño 'de Madrid al cielo',ascendemos dos pisos superando los diferentes locales de comida que encontramos en la primera planta buscando el característico cielo azul de la ciudad,nos encontramos con una de sus terrazas más atractivas y encantadoras. Animada desde primera hora gracias a los muchos visitantes que acuden a descubrir la capital,parroquianos del barrio que suben a tomar un café o un vino a media mañana, y las tardes y noches siempre concurridas de grupos de amigos y parejas que se relajan de los rigores y calores del día tomando una copa.

Una esplendida terraza, un lugar único lleno de luz que flota entre un mar de azoteas y tejados de teja roja que rodean La cocina de San Antón, un enclave gastronómico abierto por el grupo Osborne y su marca especializada en jamón ibérico de bellota 5J. Una carta de cocina amable y sencilla, tradicional de mercado, de platos y recetas de esas que gustan a todo el mundo. El restaurante es un cálido refugio en invierno ycambia su orientación a la terraza con plantas, macetas y flores que adornan y refrescan el ambiente, y es la que manda en esta época del año.

La carta amplia y variada con un apartado de charcutería donde se remarcan los excelentes productos 5J, como el jamón de bellota cortado en finas virutas acompañado con pan de coca y tomate de rama, un excelente aperitivo. El salmorejo lo hacen muy bien en todos los restaurantes de la cadena y aquí no es una excepción. Dos buenas ensaladas que refrescan y merecen la pena, una de pato con vinagreta de tomate y mostaza verde y otrade higos con queso de cabra y cítricos.

Los clásicos como los huevos con patatas fritas en sartén y jamón o la ensaladilla rusa que aquí llaman 'del zar' y sirven con ventresca de bonito. De las carnes, casi todos buenos cortes que preparan razonablemente bien, así como un original tataki de presa con cuscús y caramelo de vino. De entre los pescados, el tartar de atún rojo. Y si durante la visita al mercado alguna pieza de carne o pescado le ha llamado la atención, ¡cómprela!, que aquí se la preparan con un pequeño cargo adicional.