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Atrio reúne a la 'trinidad' en su Relais & Châteaux: vino, cocina y trato exquisito
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Atrio reúne a la 'trinidad' en su Relais & Châteaux: vino, cocina y trato exquisito

Atrio es un espacio único en Cáceres, en el que la hospitalidad adquiere todo su significado y donde la cocina de Toño y la bodega de José se convierten en el binomio perfecto de la gastronomía

Foto: Atrio. Migas extremeñas (Foto: Capriles)
Atrio. Migas extremeñas (Foto: Capriles)

Si España tiene rincones maravillosos, algunos de ellos casi inéditos, Cáceres es la gran ciudad desconocida para la mayoría. Un destino cuyos paisajes sorprenden y cuyo casco histórico intacto y purose exhibe al abrigo de las murallas. Piedras recias y firmes forman espléndidos palacetes e iglesias de campanarios que emergen entre los tejados rojos para tañir atrevidas y marcar las horas y los oficios del día. Calles empinadas unas, estrechas la mayoría, de balcones enrejados casi todas,se asoman a un suelo empedrado de adoquines irregulares que conducen en silencio hasta la Fundación Helga de Alvear, donde se exhiben interesantes colecciones de arte contemporáneo. La plaza Mayor, inclinada al estilo de las viejas plazas portuguesas, anuncia un centro formado por piedras monumentales que contrastan con la arquitectura de Atrio, de volúmenes geométricos, líneas de fuga y pérgolas que cubren los espacios abiertos al cielo.

Atrio esconde un interior elegantemente sencillo que alberga una gran colección de arte: pinturas y esculturas que llaman la atención y dan personalidad al hotel. Rincones como el pequeño patio interior inundado de plantas que cuida personalmente el propio Toño Pérez, el chef. Una azotea que descubre el maravilloso contraste entre el Cáceres de siempre, de piedras y campanarios, y el nuevo que nació de las manos de Tuñón y Mansilla, que en peregrinación acuden a visitar arquitectos de todo el mundo. Una cocina imponente de aceros y amplios ventanales donde Toño elabora una de las mejores propuestas de España, que se sirve sobre mantelería de hilo, vajillas únicas y sólidas cuberterías de plata. La bodega, especial, un santuario de vinos y champanes soñados que ha ido almacenando José Polo, hasta conseguir la que probablemente sea la mayor y mejor colección de vinos del país y con seguridad la que atesora la mejor muestra de Château d'Yquem.

Toño y José, José y Toño, son el binomio más perfecto de la gastronomía española; un dúo que no solo ha logrado alcanzar el sueño perseguido toda una vida, sino que hacen que sus huéspedes y comensales estén relajados mientras disfrutan de suestancia y sueñan con volver. Atrio es un lugar único en el que la santísima trinidad de la mesa perfecta se reúneen su comedor: un gran vino, la mejor cocina posible y un trato exquisito. Una cocina que pivota sobre dos menús degustación. En esta ocasión pudimos disfrutar (gracias a un evento realizado por Peugeot para la presentación del modelo 308 GT) de la magnífica cocina de Toño. Una propuesta en la que el marisco, excelente por cierto, tiene siempre un protagonismo destacado. Una cocina de autor y de vanguardia, estética, plástica y colorista, así como perfecta desde el punto de vista técnico, que se traduce en un menú que muestra la exquisita sensibilidad de una cocina muy personal, con ganas de entretener y hacer disfrutar a todos aquellos que acuden a su casa.

En un gran comedor en el que no podía faltar esa constante que hace de hilo conductor de todo el local, las obras de arte. Preside la estancia una gran mesa adornada con hortensias blancas y una hilera interminable de jarras de plata para servir el agua, como debe ser. El menú comienza con un pepino de ravioli con manzana, arenque y apio, y sigue con unos falsos guisantes que esconden un crujiente de cochinillo. El 'bloody mary' y helado de cebolletas es fresco y joven al tiempo. Las ostras, magníficas, se presentan en dos versiones: una con infusión de melisa y la otra más canalla, frita y aderezada con kimchi. La cigala verde y el carabinero con meloso de cerdoreinciden en los clásicos mar y montaña que tanto gustan a Toño. El mero, soberbio,y el solomillo de retinto en dos pases -un excelente tartar con sorbete de mostaza y la segunda pieza asada con costra crujiente de hierbas-culminan una experiencia de vanguardia,ysi todo ello se acompaña de viños franceses difíciles, por no decir imposibles, de encontrar en otros locales en nuestro país, el evento deviene en acontecimiento.

Atrio. Plaza de San Mateo 1.Cáceres. Tlfno: 927 242 928.

Si España tiene rincones maravillosos, algunos de ellos casi inéditos, Cáceres es la gran ciudad desconocida para la mayoría. Un destino cuyos paisajes sorprenden y cuyo casco histórico intacto y purose exhibe al abrigo de las murallas. Piedras recias y firmes forman espléndidos palacetes e iglesias de campanarios que emergen entre los tejados rojos para tañir atrevidas y marcar las horas y los oficios del día. Calles empinadas unas, estrechas la mayoría, de balcones enrejados casi todas,se asoman a un suelo empedrado de adoquines irregulares que conducen en silencio hasta la Fundación Helga de Alvear, donde se exhiben interesantes colecciones de arte contemporáneo. La plaza Mayor, inclinada al estilo de las viejas plazas portuguesas, anuncia un centro formado por piedras monumentales que contrastan con la arquitectura de Atrio, de volúmenes geométricos, líneas de fuga y pérgolas que cubren los espacios abiertos al cielo.

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