Un viaje por el mundo con la cocina 'thai' de El Flaco

No se ha escrito suficiente sobre las bondades de una carta breve, concisa, concreta, resumida en una carilla, que no solo simplifica la elección al comensal, sino que supone, primero, una certeza de que se ha pensado muy bien el concepto de cocina, que se tiene muy claro a dónde se quiere apuntar y quése quiere transmitir,ysegundo,y todavía más importante, es que una carta reducida es una garantía de calidad y de frescura, así como que lo que allí se ofrece son solo los mejores platos, las especialidades del chef y que no se rellena la carta con cualquier cosa para agradar paladares de gustos dispares. Así es la carta de El Flaco, una carilla con solo una docena de platos.

Si ampliásemos la definición de cocina oriental dando cabida, más allá de la cocina 'thai', a la cocina indochina, tal vez el mejor representante de la misma en Madrid sea el Café Saigón, quien tras una profunda remodelación mantiene una propuesta muy interesante a precios contenidos. Ginger Boy fue un soplo de aire fresco y un impulso a la cocina 'thai'cuando abrió hace ya casi una década. Una propuesta de cocina impecableen la que haciendo de la necesidad virtud, se proponía excelente cocina 'thai' para llevar ya que el local de dimensiones reducidas solo da cabida a cuatro comensales.

Andy Bomanpodría ser el nombre de un actor o el de un cantante…y El Flaco, el apodo de deportista argentino, perono.Andy y El Flacoson la misma persona.Boman es el cocinero que estuvo al frente de Ginger Boy desde su fundación y hasta no hace mucho tiempo, yes el cocinero que dirige hoy la cocina de El Flaco. Una cocina de sabores agridulces, de picantes característicos y salsas caseras, que fermenta personalmente durante semanas en la bodega del restaurante.

Su vida ha transcurrido viajando de un sitio a otro. Desde la Suecia que le vio nacer al Congo, Suiza, Reino Unido, Tailandia, Australia, Israel, Grecia, España y así hasta completar un largo etcétera que le ha permitido adquirir una perspectiva de sabores y productos que combina en acertadas presentaciones y da lugar a creaciones como el 'yukke' estilo sueco con pera japonesa 'nashi' y caviar 'kalix' o la presa de ibérico puro marinada en 'gochujang'. Aplatos más conocidos como los rollos vietnamitas o el rollito de pato Pekín, Andy les da una vuelta para dotarles de más brillo y chispa. El 'satay' de pollo es uno de sus logros más conseguidos, gracias a una impecable salsa de cacahuete que le da sabor y personalidad.

Platos como el bao relleno de panceta confitada en caldo cantonés o un curry verde de mar con albahaca 'thai' o un tataki de salmón con sésamo y salsa ponzu, completan la carta. Ofrece un menú degustación que incluye cuatro entrantes, un principal y un postre por 40 €. A una carta muy breve pero muy interesante, El Flaco ofrece una (en proporción) muy extensa e igual de interesante carta de cervezas que van más allá de las ya típicas artesanas, para ofrecer algunas más exóticas y desconocidas para el público que sin viajar tiene así la oportunidad de probar cervezas de sitios tan dispares como Suecia o Tailandia.

Si el local con cocina vista, un mural con el dibujo de Kaori-Chany lámparas 'wok'nos habladel contenido de la carta,los manteles de lino y una vajilla seleccionada nos dicen mucho del cuidado con el que se ha diseñado el concepto completo.

El Flaco.C/ Javier Ferrero, 8.Madrid. Tfno:911 99 65 02.

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