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Lauricca, una tienda de buen producto italiano
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Lauricca, una tienda de buen producto italiano

Deias llena los mostradores y vitrinas de finas mortadelas con trufa, quesos como el 'parmigiano reggiano', pastas secas y frescas, y salsas. Pizza y platos de pasta para llevar

Foto: Lauricca. Ignazio Deias
Lauricca. Ignazio Deias

Se añoran esas tiendas de alimentación, o mejor dicho de ultramarinos que hasta no hace muchas décadas aún se mantenían abiertas en la mayoría de las capitales de provincia y pueblos de toda España. De largos y robustos mostradores de madera, vitrinas, alacenas, repisas y estanterías en las que se exhibían una interminable lista de embutidos,productos frescos, botes de conservas y bodega. Tenderos tocados con mandiles atendían con exquisita profesionalidad a una clientela fiel que acudía a diario en busca de la compra con la que llenar la despensa. Salvo raras excepciones como los Ultramarinos La Confianza, en Huesca, la gran mayoría ha sucumbido al empuje de otras formas de distribución menos atractivas, pero más rentables.

Lauricca es una tienda que responde al estilo y tendencia que marcaban las antiguas tiendas de ultramarinos. De hecho, ha abierto en un local histórico del barrio de Chamberí, en la calle Trafalgar, cerrado hace ya tiempo, del que ha incorporado todos esos detalles tanto del interior como los marcos y molduras de los escaparatesyla cartelería del exterior, que le permiten revivir ese aire de tienda de alimentación de siempre.

La infanciamarca, determina, forma un barniz de recuerdos y vivencias y configura nuestra personalidad. Por eso los olores y aromas de los excelentes productos de Cerdeña que Ignazio despachaba detrás de la barra de la tienda familiar de alimentación en un pueblo de la bellísima islaha servido para que el sardo Ignazio Deiasno solo vincularasu vida a la cocina de aquella región, sino al hecho de que primero en el propio restaurante que posee a escasa distancia, unos seis portales, y ahora de forma independiente con tienda propia,haya mantenido siempre el espíritu de tienda de alimentación a la antigua usanza.

Deias ha querido dar al producto italiano el protagonismo que merece abriendo tienda de alimentación, separada de su restaurante Da Giuseppina. Ambos son un homenaje a su infancia:a su madre, que da nombre al restaurante, y a su abuela,que presta el suyo a la tienda 'gourmet'. Los ultramarinos de finales del XIXy primera mitad del XXhan ido desapareciendo, porque su fórmula se agotaría en algún momento. Por eso Ignazio le da una vuelta. Ya los productos típicos de su país,quesos, embutidos, pastas, salsas y bebidas, los acompaña con platos hechos, listos para llevar: pastas con riquísimas salsas, ensaladas, 'risottos', albóndigas y una gran variedad de pizzaselaboradas a partir de masa madre.

Tras varios años cocinando y aportando en Da Giuseppinalos mejores productos de su tierra en platos en cierto modo diferentes a lo acostumbrado,Deias llena los mostradores y vitrinas de Lauricca de finos embutidos: mortadelas con trufa, salchichonesy hasta el 'culatello di Zibello', junto a quesos como el 'parmigiano reggiano' de varias curaciones y el 'vacche rosse', el mejor a gusto de Ignazio, gorgonzola dulce y picante, 'mozzarellas' de vaca y búfala, burratas, 'taleggio', quesos y mantequillas bio, de oveja de Cerdeña, Sicilia, Toscanay así un largo etcétera. Estanterías de altura considerable repletas de pastas secas y frescas, salsas para acompañarlas,riquísimas 'focaccias' y panes italianos especiales. Además pizzas de masa madre como la Margherita o la Ortolana de verduras y la Volare de queso de oveja y crema de trufa negra; lasañas, albóndigas y postres como el tiramisú o la 'panna cotta'.

Lauricca. C/ Trafalgar, 5. Madrid. 91 772 91 08.

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Se añoran esas tiendas de alimentación, o mejor dicho de ultramarinos que hasta no hace muchas décadas aún se mantenían abiertas en la mayoría de las capitales de provincia y pueblos de toda España. De largos y robustos mostradores de madera, vitrinas, alacenas, repisas y estanterías en las que se exhibían una interminable lista de embutidos,productos frescos, botes de conservas y bodega. Tenderos tocados con mandiles atendían con exquisita profesionalidad a una clientela fiel que acudía a diario en busca de la compra con la que llenar la despensa. Salvo raras excepciones como los Ultramarinos La Confianza, en Huesca, la gran mayoría ha sucumbido al empuje de otras formas de distribución menos atractivas, pero más rentables.

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