Lunes sin carne: la 'cuaresma' del movimiento veggie

Si te preocupan tu salud, el medioambiente, la sostenibilidad, los animales..., eres un firme candidato a sumarse a la causa de los 'Lunes sin carne'. ¿Te suena? Se trata de una de esas acciones que comienzan a nivel local y acaban moviendo conciencias y expandiéndose de modo global. Su filosofía no es radical y, por eso, es capaz de atraer a más seguidores que el veganismo: se trata de renunciar a consumir carne un día a la semana. Los lunes, en principio, pero da igual que sea cualquier otro día; de lo que se trata es de promover un cambio de mentalidad.

La idea de prescindir del consumo de carne en días determinados viene de muy antiguo y se sustenta en motivos de los más variados: desde la Cuaresma cristiana -en la que no se come carne los viernes entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Resurrección como respeto a Cristo, que murió en viernes- hasta las campañas realizadas durante la I y la II Guerra Mundial en las que, desde la administración norteamericana, se exhortaba a la población a no comer carne los lunes como medida de ahorro.

Pero el movimiento Meatless Monday es más reciente y hunde sus raíces en otros motivos, entre los que se encuentra una idea de salud, otra de compromiso con el medio ambiente y otra de defensa de los animales. Detrás de su puesta en marcha está Sid Lerner, un genio del marketing -e inspirador de la serie 'Mad Men'-, quien en 2003 comenzó las Monday Campaigns como una voz de alerta para concienciar a los ciudadanos de los riesgos de un consumo excesivo de carne. Riesgos para la salud… y también para el planeta, pues el movimiento relaciona el cambio climático con los modelos intensivos de explotación ganadera.

¿Por qué el lunes? Al parecer, como medida détox tras los excesos de fin de semana de sus compatriotas (barbacoa y cerveza a tutiplén). Un día de frutas y verduras parecía el modo idóneo de resetear el hígado y limpiar de grasa las arterias. Lerner, único para propiciar cambios de conducta en la ciudadanía, logró que su campaña fuera calando y calando. El espaldarazo global lo tuvo cuando, en 2009, Paul McCartney -siempre motivado con el tema veggie- impulsó junto a sus hijas la versión británica del movimiento: el Meat Free Monday.

Hoy, la idea está presente -con mayor o menor fortuna- en países de todos los continentes. Más allá del compromiso individual o familiar, se trata de que organismos e instituciones se sumen y expandan la iniciativa. En España, por ejemplo, hace un año se sumó a la causa la ciudad de Barcelona: el ayuntamiento declaró la ciudad ‘amiga de la cultura vegana y vegetariana’, lo que implica que los lunes toda la alimentación que provenga de la administración de la ciudad sea vegetariana.

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