Helado de yogur con brevas, cremoso, fresco y afrutado
Hasta en pleno verano queriendo lucir palmito, a nadie le amarga un dulce y si además es fresco, con fruta y pocas calorías, ¡cómo resistirnos a hacerlo nosotros mismos en casa!
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Un buen yogur cremoso es la base perfecta para un helado ligero, con la dosis adecuada de azúcar o endulzante, y una buena excusa para tomar un extra de fruta como acompañamiento. Si no tienes heladera, ¡que no cunda el pánico! Congélalo en un recipiente bajo y bate la mezcla cada hora con el fin de que no se formen cristales de hielo y quede una textura untuosa.
Preparación: 30 min. Dificultad: fácil Coste: económico Comensales: 4
Ingredientes
- 4 yogures naturales tipo griego (500 g)
- El zumo de 1 limón
- 100 g de azúcar glas
- 4 brevas
Elaboración
- Ponemos el yogur griego en un bol y le añadimos el zumo de limón recién exprimido. Mezclamos bien.
- Incorporamos el azúcar glas hasta que se disuelva completamente en la mezcla de yogur y limón.
- Vertemos esta crema en la heladera en funcionamiento, esperamos a que cuaje y tome consistencia de helado (20 minutos aproximadamente).
- Formamos bolas de helado con la ayuda de una cuchara, las disponemos en copas.
- Decoramos con las brevas frescas cortadas en cuartos.
El truco final
Diviértete añadiendo galletas picadas, chocolate fundido o troceado, frutos secos o salsas de frutas al helado.
Un buen yogur cremoso es la base perfecta para un helado ligero, con la dosis adecuada de azúcar o endulzante, y una buena excusa para tomar un extra de fruta como acompañamiento. Si no tienes heladera, ¡que no cunda el pánico! Congélalo en un recipiente bajo y bate la mezcla cada hora con el fin de que no se formen cristales de hielo y quede una textura untuosa.