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Tarta de albaricoques y lavanda: sinfonía de fruta y flores
  1. Gastronomía
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Tarta de albaricoques y lavanda: sinfonía de fruta y flores

Hace tiempo que las flores abandonaron los jarrones para lanzarse al universo de los fogones. Descubre cómo preparar esta deliciosa tarta en siete sencillos pasos

Foto: Prueba a cocinar esta singular tarta de albaricoques y lavanda. (Foto: Snaps Fotografía)
Prueba a cocinar esta singular tarta de albaricoques y lavanda. (Foto: Snaps Fotografía)

Los albaricoques maduros y perfumados maridan a la perfección con un toque de esencia de lavanda fresca que espolvoreamos sobre la fruta recién horneada. Una base de masa quebrada crujiente es el soporte ideal para esta tarta que está igual de deliciosa caliente acompañada de una bola de helado que fría al día siguiente... ¡si es que queda!

Preparación: 50 minutos Dificultad: fácil Coste: económico Comensales: 6.

Ingredientes

  • 1 masa quebrada o brisa.
  • 30 g de mantequilla fundida.
  • 40 g de azúcar.
  • 1 kg de albaricoques cortados por la mitad.

Elaboración

  1. Precalentamos el horno a 180 ºC.
  2. Cortamos los albaricoques por la mitad y retiramos los huesos.
  3. Fondeamos un molde de tarta con la masa brisa estirada, ajustando bien para que no queden bolsas de aire. Cortamos la masa sobrante de los bordes. pasando e rodillo sobre el molde. Pinchamos toda la superficie con un tenedor incluidos los laterales.
  4. Disponemos los albaricoques bocarriba sobre la masa hasta cubrir toda la superficie de la base.
  5. Regamos la fruta con mantequilla fundida y espolvoreamos con azúcar.
  6. Horneamos a 180ºC durante 30 minutos o hasta que la masa esté crujiente por los bordes y la fruta dorada y jugosa.
  7. Espolvoreamos con flores de lavanda fresca antes de servir.

El toque final

Es importante poner las mitades de fruta hacia arriba, así evitamos que el jugo de los albaricoques caiga sobre la masa y la empape.

Los albaricoques maduros y perfumados maridan a la perfección con un toque de esencia de lavanda fresca que espolvoreamos sobre la fruta recién horneada. Una base de masa quebrada crujiente es el soporte ideal para esta tarta que está igual de deliciosa caliente acompañada de una bola de helado que fría al día siguiente... ¡si es que queda!