Trenza de hojaldre y frutas: un postre que deleita a la vista y al gusto
Un error en la elaboración de la masa derivó en este postre tan colorido como otoñal. Toma nota sobre cómo preparar este dulce tan atractivo... para gran parte de los sentidos
El hojaldre tiene como origen el olvido de un pastelero que había omitido incorporar la mantequilla en la elaboración de la masa. En un intento por enmendar el error, la incorporó en el último momento, estirando la masa y replegándola sobre sí misma varias veces para intentar unirla al resto de ingredientes. Cuál fue su sorpresa cuando, al sacarla del horno, observó que había conseguido que se separara en hojas crujientes y ligeras. Añadiendo un poco de mermelada y un corte transversal, el postre de hoy aúna ligereza, sabor y una bonita presentación.
Elaboración: 1 hora Dificultad: fácil Coste: económico Comensales: 4
Ingredientes
- Una plancha de hojaldre rectangular.
- 400 g de mermelada de frambuesa.
- 300 g de fruta fresca variada.
- Menta fresca.
Preparación
- Precalienta el horno a 180 grados.
- Extiende la plancha de hojaldre sobre la superficie de trabajo.
- Dispón montoncitos de mermelada sobre ella y úntala sin llegar a los bordes.
- Enrolla la masa comenzando por el extremo inferior como si fuera un brazo de gitano, apretando bien para que no queden bolsas de aire, con cuidado de que la mermelada no se salga.
- Corta el hojaldre enrollado en dos a lo largo y enrosca las dos porciones con la parte cortada hacia arriba, de manera que simule una trenza.
- Hornea 30 minutos a 180 grados.
- Decora con frutas frescas y unas hojas de menta.
El toque final
Cuanto más frío esté el hojaldre y más caliente el horno, mejor subirá el hojaldre y más crujiente quedará la trenza.
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El hojaldre tiene como origen el olvido de un pastelero que había omitido incorporar la mantequilla en la elaboración de la masa. En un intento por enmendar el error, la incorporó en el último momento, estirando la masa y replegándola sobre sí misma varias veces para intentar unirla al resto de ingredientes. Cuál fue su sorpresa cuando, al sacarla del horno, observó que había conseguido que se separara en hojas crujientes y ligeras. Añadiendo un poco de mermelada y un corte transversal, el postre de hoy aúna ligereza, sabor y una bonita presentación.