Ensalada de lombarda y remolacha, una explosión de sabores y colores

No solo se come por la boca. La vista es el primer sentido que se estimula al ver un plato. Esta ensalada es un atractivo Pantone de colores que van del rojo al púrpura pasando por el rosa o el morado, lo que excita tanto la vista como las papilas. Asociamos la col lombarda a las Navidades como guarnición de pavos y cochinillos pero lo cierto es que cruda en ensalada está deliciosa. En combinación con la remolacha es una fuente de fibra y vitamina C, además de contener calcio, potasio, fósforo y antioxidantes. Cortada muy fina, su sabor dulce combina de maravilla con una vinagreta de frambuesas. Déjala macerar unos minutos antes de servir para que los sabores se mezclen y que la col pierda un poco de firmeza. No hay nada mejor para ponernos a tono en otoño y tomarnos un cóctel de vitaminas y minerales de la manera más natural.

Preparación: 15 minutos Dificultad: fácil Coste: económico Comensales: 4

Ingredientes

• 750 g de lombarda
• Una remolacha cocida
• Una cebolla roja
• Tres cucharadas soperas de aceite de oliva
• Una cucharada sopera de vinagre de frambuesa
• Una cucharada de frambuesas
• 6 uvas rojas
• Media docena de tomates cherry
• 50 g de anacardos tostados

Elaboración

1. Retira la parte leñosa de la lombarda y córtala con cuchillo o con una mandolina en juliana muy fina.
2. Pela la cebolla roja y córtala en rodajas redondas.
3. Pela la remolacha cocida y haz cubitos.
4. Para la vinagreta, pon sal en un bol.
5. Añade una cucharada de frambuesas frescas y aplástalas con los dientes de un tenedor.
6. Incorpora el vinagre y mezcla para que se disuelva la sal.
7. Añade el aceite de oliva y emulsiona la salsa.
8. Dispón la col lombarda en una ensaladera, añade las frambuesas, los cubos de remolacha y los aros de cebolla morada.
9. Corta las uvas y los tomates cherry por la mitad y distribúyelos sobre la ensalada.
10. Añade los anacardos tostados justo antes de servir para que no pierdan su textura crujiente y aliña con la vinagreta de frambuesas.

El truco final

Si quieres suavizar el sabor de la cebolla cruda, ponla ya cortada en un colador y lávala bajo el grifo con agua fría.

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