Xanverí: la fusión castizo-levantina de César Anca en Madrid
El Mediterráneo en Madrid. Así se muestra César Anca en su regreso a Madrid. Cocina de autor y de producto en un proyecto con vocación de futuro y mucha ambición
Hoy nos toca hablar de un regreso. Del regreso de César Anca, aquel aprendiz aventajado que mostró maneras en El Amparo o en Cabo Mayor -cuánta nostalgia- y que, por amor, se llevó su cocina a Alicante veinte años atrás. Allí, en el reino de los arroces, deleitó a los levantinos con sus caprichos afrancesados y se labró nombre y prestigio. Es cierto que, hace algún tiempo, volvió a Madrid con un experimento, La Barra de César Anca, en el que proponía conceptos -como los vinos por copas o las tapas de autor- hoy ya más que popularizados; pero es ahora cuando el regreso se hace con ambición y por todo lo alto, con un local cuyo nombre, Xanverí, es en sí mismo una declaración de intenciones: vuelve a su barrio, a Chamberí, pero con esa grafía 'valenciana' que nos indica su deseo, esa fusión de "la fuerza de Madrid con la sutileza del Mediterráneo".
¿Qué encontrarás? Los clientes quieren la cocina de Anca. Así que se ha traído alguno de sus platos estrella y, si no has tenido ocasión de probarlos en la casa madre, este es el momento. Te sugerimos sus creaciones I+D, como el falso tomate de mousse de queso de cabra y albahaca (perfecto para compartir), las estupendas milhojas de manzana ácida con foie, bacalao ahumado y queso de cabra o su ya célebre pulpo sobre torrija de patata en ajada y gratinado suave de alioli.
No te puedes perder: Sus arroces a la manera alicantina -con agua del Mediterráneo y ñora picada-, de entre los que destacamos el de pata y morro. Potente, sabroso y con personalidad.
Un plus: Un servicio joven y atento, con detalles de escuela -esos guantes para los cubiertos- que ya no se ven en tantos lugares. Pero, al mismo tiempo, sin estridencias ni corsés.
¿El precio? Comer a la carta puede costarte entre 50 y 60 euros. Tiene un menú ejecutivo a mediodía por 35 euros.
Un pero: No es fácil que puedas ver a César Anca en el local. Ha confiado sus fogones a un eficaz equipo, pero si a ti lo que te gusta es saludar al personaje, difícilmente lo harás en Xanverí.
Otro plus: El lugar elegido para abrir este restaurante -la calle Zurbarán- nos hace ver también que juega fuerte: a dos pasos de Coque, de Hortensio, de Narciso, de Izariya... Poco miedo.
Hoy nos toca hablar de un regreso. Del regreso de César Anca, aquel aprendiz aventajado que mostró maneras en El Amparo o en Cabo Mayor -cuánta nostalgia- y que, por amor, se llevó su cocina a Alicante veinte años atrás. Allí, en el reino de los arroces, deleitó a los levantinos con sus caprichos afrancesados y se labró nombre y prestigio. Es cierto que, hace algún tiempo, volvió a Madrid con un experimento, La Barra de César Anca, en el que proponía conceptos -como los vinos por copas o las tapas de autor- hoy ya más que popularizados; pero es ahora cuando el regreso se hace con ambición y por todo lo alto, con un local cuyo nombre, Xanverí, es en sí mismo una declaración de intenciones: vuelve a su barrio, a Chamberí, pero con esa grafía 'valenciana' que nos indica su deseo, esa fusión de "la fuerza de Madrid con la sutileza del Mediterráneo".