Tres recetas de ensalada muy originales y perfectas para comer o cenar hoy
Con estas tres recetas de ensaladas podrás salir de la monotonía de prepararlas solamente con lechuga y tomate
Las ensaladas no siempre son en lo primero que pensamos cuando queremos comer algo apetecible. A veces, solo se comen por los beneficios saludables que traen antes que por el sabor y por ello, se pueden convertir rápidamente en una comida monótona y aburrida.
Si estás harta de comer siempre la misma ensalada de lechuga y tomate, no te preocupes porque hoy te traemos tres recetas con las que podrás comer unas ensaladas saludables, deliciosas y diferentes para que nunca te quedes sin ideas y para que comer ensaladas resulte algo divertido y apetitoso.
Ensalada de Garbanzos
Esta ensalada es ideal para que, además de aprovechar los nutrientes de las verduras, consigas incluso más provecho de una ensalada convirtiendo al garbanzo en el ingrediente principal de la misma, lo conseguirás.
Desde enfermedades crónicas hasta problemas digestivos, los garbanzos pueden ayudar con muchas complicaciones de salud. Además, son muy cómodos en las recetas porque se pueden comer en preparaciones frías y calientes y, por ello, es muy sencillo conseguir integrarlos en las comidas.
Para esta receta de ensalada, pensada para cuatro raciones, necesitarás: 3 huevos, 400 gramos de garbanzos cocidos, 100 gramos de aceitunas negras sin hueso, 200 gramos de tomates Cherry, 1 pepino, 1 cebolla morada, 200 gramos de queso feta y 200 gramos de bonito o atún en conserva. Además, para la vinagreta, necesitarás: 200 mililitros de aceite de oliva, 75 mililitros de vinagre de manzana, una cucharadita de mostaza de Dijon y una pizca de sal.
La preparación es muy sencilla, y la hemos aprendido en la cuenta de Instagram de Sabe a Sabor, una cuenta culinaria de comida española repleta de buenas ideas. Lo primero que debes de hacer es cocer los tres huevos para que estén listos a la hora de utilizarlos en la ensalada y, a continuación, escurrir el líquido de los garbanzos y los lavamos con un colador debajo del grifo; tras esto, reservaremos.
Lo siguiente es cortar el pepino, los tomates, la cebolla, los huevos y las aceitunas en trozos regulares y reservar. También debes cortar el queso feta en cubos y desmenuzar el bonito o el atún.
Una vez estén todos los ingredientes listos, el siguiente paso es mezclarlo todo en un bol, dejarlo en la nevera y comenzar a preparar la vinagreta, para la que necesitarás el aceite de oliva, el vinagre de manzana, la cucharadita de mostaza Dijon y la pizca de sal. Remueve la mezcla de forma enérgica hasta que quede todo bien integrado.
Cuando tengamos la vinagreta preparada, retiramos de la nevera la ensalada y añadimos la mitad de la mezcla a la ensalada removiendo bien todos los ingredientes para que queden bien impregnados y volvemos a llevar el bol a la nevera hasta la hora de consumirla. Cuando ya sea la hora de comerla, añade más vinagreta, la que quieras, y ¡voilà!
Ensalada de lentejas y calabacín
Si, por otro lado, eres más fan de las lentejas que de los garbanzos, también tenemos una opción de ensalada con lentejas que te va a encantar.
Las lentejas son, entre muchas más cosas, ricas en ácido fólico, hierro y potasio, encima están buenísimas y son la combinación perfecta para otras verduras como, en este caso, el calabacín. Para su elaboración necesitarás: un bote de lentejas cocidas, un calabacín pequeño, nueces y sésamo negro. Además, para la deliciosa y saludable salsa de yogur que la acompaña, necesitarás: un yogur natural o de soja (100-125 gramos), 1 ajo rallado, zumo de medio limón, 6 hojas de menta y sal y pimienta molida al gusto.
Esta receta, que hemos encontrado en la cuenta de Realfooding nos dice que lo primero que debemos hacer es cortar el calabacín en láminas finas con un pelapatatas y cocinarlo en una sartén a la plancha con una gotita de aceite y un poco de sal.
A continuación, enjuaga las lentejas y déjalas escurrir en un colador sobre el fregadero y después colócalas en una ensaladera. Lo siguiente que debes hacer es preparar la salsa de yogur, para ello solo debes mezclar el yogur con el ajo y el zumo de limón.
Para terminar, coloca en la ensaladera, en donde se encuentran las lentejas, el calabacín, la menta y la salsa de yogur que acabas de hacer. Para darle más sabor, puedes añadir nueces, seamo negro y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Ensalada de salmón, mango y aguacate
Tanto el salmón, como el mango y el aguacate, son muy saludables y son opciones nuevas con las que podemos cambiar la lechuga y el tomate de nuestras ensaladas.
Esta es un plato ligero y fresco con el que podremos disfrutar en cada bocado. Para elaborarlo necesitarás: 200 gramos de salmón lomo fresco, 1 cebolla morada, 1 mango, 1 aguacate, 150 gramos de berros, aceite de oliva virgen extra, 25 mililitros de vinagre de manzana, 5 mililitros de mostaza de Dijon, 5 mililitros de miel y sal.
Esta ensalada es fruto idea de Anna, de la cuenta de Anna y la comida, un blog en el que pocas cosas se le complican a su dueña. Para comenzar prepara la vinagreta de mostaza poniendo 6 cucharadas soperas de aceite de oliva, 25 mililitros de vinagreta de manzana, 5 mililitros de mostaza de Dijon, miel y sal en un cuenco para batirlos hasta emulsionar. También se puede hacer metiendo todos los ingredientes en un tarro de cristal, cerrarlo y agitar con fuerza.
Reservamos la vinagreta y comenzamos con la ensalada. Para ello, lo primero que se debe hacer, es retirar la piel del lomo del salmón y cortarlo en dados de aproximadamente un centímetro de lado. A continuación, pela la cebolla, córtala en juliana fina y corta también el mango en dados. También, debes pelar el aguacate, partirlo por la mitad retirando el hueso y cortarlo en láminas o dados, como prefieras.
Por último, solo queda montar el plato de ensalada. Para ello, solo debes colocar una base de berros en el plato y repartir todos los ingredientes que has preparado. Para mejorar la presentación y terminar con más toques de sabor, espolvorea las semillas de sésamo y echa la vinagreta que has preparado previamente y ¡listo para comer!
Las ensaladas no siempre son en lo primero que pensamos cuando queremos comer algo apetecible. A veces, solo se comen por los beneficios saludables que traen antes que por el sabor y por ello, se pueden convertir rápidamente en una comida monótona y aburrida.