Lafayette, La Braserí, Señor Pepe, Portonovo 1968 y Café del Nuncio: cinco restaurantazos perfectos para estrenar 2024

Que Madrid atraviesa por la más apasionante etapa gastronómica de su historia nadie lo cuestiona. La capital del reino se ha convertido en un vibrante epicentro culinario, todo un destino prémium, nacional e internacional, de primer orden. A las constantes nuevas aperturas —también hay cierres, todo hay que decirlo, pero pocos y merecidos por no haber llegado al nivel— se suma una fértil lluvia de estrellas y soles empeñada en bendecir a la presente gran generación de cocineros sobradamente preparados. Y, dicho esto, también hay que aplaudir a la otra gran legión de chefs iluminados que no acumulan premios rimbombantes, ni falta que les hace. Madrid, más que nunca, sabe a gloria bendita.

Señor Pepe
En esta casa todo sabe mejor

José Carlos Fuentes resurge en el corazón del barrio de Salamanca con su última creación, Señor Pepe. Este nuevo proyecto gastronómico se erige como un templo de cocina tradicional donde cada plato es una declaración de sabor y autenticidad. La despensa de Señor Pepe destaca por su excepcional calidad, desde la sal del valle de Añana hasta los mariscos de las mejores lonjas o los ibéricos de Montaraz. Una culinaria que se caracteriza por su enfoque estacional y la maestría para jugar con ingredientes fuera de carta, destacando platos como el steak tartar de chuleta con tuétano o la merluza a la romana. La bodega, con aproximadamente 150 referencias, ofrece una cuidada selección de vinos españoles y champanes.

Señor Pepe se presenta como el proyecto más personal de Fuentes hasta la fecha, un espacio donde la cocina tradicional y los grandes platos de cuchara cobran vida a fuego lento y que viva la santa paciencia. En el menú destacan platos como los judiones con tendones y cigalas o la gamba roja de Santa Pola. El cuidado por los detalles se extiende a la bodega, donde se encuentran joyas vinícolas, poniendo el énfasis en vinos españoles y alianzas estratégicas, como la rubricada con bodegas como Finca La Emperatriz. Señor Pepe no escatima a la hora de ofrecer experiencias sensoriales completas, desde la degustación del aceite de oliva virgen extra Lagarona hasta el uso exclusivo de la sal de Añana. El José Carlos Fuentes más guisandero y en estado de gracia.

Lafayette
Le jour de gloire est arrivé!

Este diciembre, Lafayette, el mejor restaurante francés de Madrid, ergo de España, despliega todo su savoir faire para ofrecer un excelso menú degustación navideño firmado por el estupendísimo chef Gustavo Valbuena (Paco Roncero, Sublimotion Dubái, Mandarin Oriental Jumeira). El desfile de maravillas comienza con unos aperitivos sencillamente perfectos, como el cangrejo real con puré de coliflor o la ostra con hinojo y mostaza. En cuanto a los entrantes: una sopa de cebolla y un delicado foie con chocolate preparan el terreno para unos platos principales que son fruto de una técnica superlativa y mucha pasión. A saber: rape a la matelote y solomillo chateaubriand. El clímax, obvio, llega con el postre, un delicado sablé de limón. El maridaje perfecto, con blancos y tintos franceses, eleva cada bocado.

Bajo la dirección de Sébastien Leparoux desde su apertura en 2018, Lafayette se erige como un pedacito de historia y sabor francés en Madrid. La brasserie, punto de encuentro para franceses y francófilos, celebra la exquisitez de la cocina gala; una culinaria de categoría, tan clásica como vanguardista. Otro imprescindible en la capital del reino.

La Braserí
El nuevo 'place to be' capitalino

Enclavado en la planta novena del hotel Montera Madrid, La Braserí emerge como el restaurante de moda en la capital. Tras acceder en un ascensor que exhibe obra del artista madrileño Miguel Caravaca, La Braserí no solo ofrece una ubicación y unas vistas excepcionales, también es gastronomía de altura. Su decoración, que combina autenticidad madrileña con toques elegantes, genera una atmósfera encantadora que se extiende a sus dos impresionantes terrazas.

Dirigida por el chef David Correa Marín, La Braserí fusiona la cocina madrileña tradicional con influencias internacionales, priorizando un comfort food desenfadado e informal. Entre los platos estrellas destacan creaciones como el bocadillo de calamares al estilo Montera y el tartar de gamba roja con huevos de caserío y caviar. Además, la décima planta del hotel alberga El Cielo de Chicote, un espacio icónico donde se pueden disfrutar cócteles auténticos mientras se conjura la esencia de la noche y la movida madrileña. La Braserí es el nuevo punto de encuentro en la vibrante escena gastronómica de este Madrid que nos mata.

Café del Nuncio
El castizo más francés

Xavier Saludes Prada y María Alexandra, empresarios y sumilleres de amplias miras, han sabido insuflar una nueva vida al icónico Café del Nuncio, convirtiéndolo en una exquisita enoteca y coctelería en el corazón del Madrid de los Austrias. Este bistró afrancesado, testigo de la historia de la capital española, resplandece ahora con una cocina de mercado que fusiona sabores castizos con influencias francesas. Ubicado entre callejuelas con vistas a la iglesia de San Pedro el Viejo, el Café del Nuncio evoca la vertiente más bohemia de la capital, ofreciendo una experiencia gastronómica y vinícola a la altura de los más exigentes.

Su terraza, en la romántica escalinata que abraza a la iglesia, invita a disfrutar de aperitivos como mejillones en escabeche o berberechos al natural, maridados con una carta de vinos muy afinada. Y luego, clásicos madrileños como los callos o las patatas bravas. Volver al Café del Nuncio es volver a ese tiempo pasado que sí fue mejor.

Portonovo 1968
Miña terra galega, cuando estoy lejos de ti

Con su rica historia de 55 años —cimentada sobre el esfuerzo de José Limeres y su mujer, Luisa—, Portonovo 1968 ofrece uno de los servicios más esmerados de Madrid, además de ser uno de los restaurantes con mejores terrazas al libre de la capital (y salas interiores, por descontado). En su menú aniversario de hoy brillan los platos estrella que mejor reflejan la evolución de los sabores y saberes de esta casa, del salmón marinado con nueces y vinagreta de wasabi a la ensaladilla de langostino con manzana. Hay más hits, como el pulpo a la mugardesa, con el que se demuestra especialmente la maestría de estos fogones con sabor atlántico.

Las cigalas con cachelos gallegos y la merluza de Burela también destacan entre las opciones principales, junto con sus míticas costillas con castañas, que son puro sabor. El festín culmina con las filloas de queso y membrillo, rindiendo homenaje a la tradición y la innovación que ha caracterizado el buen hacer de esta casa durante más de cinco décadas. Contra a fame e a morriña: Portonovo 1968.