Siete ideas para hacer polos caseros y ahorrarte unas calorías
Te presentamos varias recetas para que puedas elaborar tus propios helados caseros este verano de la forma más saludable y refrescante
El calor del verano trae consigo la necesidad de refrescarse pero, muchas veces, elegir un helado industrial puede suponer una carga extra de calorías y conservantes que nuestro cuerpo no necesita. Te proponemos la mejor manera de disfrutar de los helados y, a la vez, no sacrificar nuestra dieta ni añadir aditivos industriales a nuestro organismo.
La primera receta es de lo más refrescante y nutritiva, se trata de polos de frutas naturales. Para ello solo necesitas triturar las frutas que prefieras y verterlas en moldes para helados. Puedes elegir entre una gran variedad de combinaciones como, por ejemplo, fresa y plátano, mango y piña o kiwi y arándanos. La fruta fresca, además de saludable, aporta una buena dosis de vitaminas que nunca viene mal en esta época de año.
Otra opción deliciosa y muy saludable son los polos de yogur y frutas. Para ello, mezcla yogur natural con trozos de fruta para conseguir un polo con una textura de lo más cremosa y después congela la mezcla. Esta receta, además, es rica en probióticos que ayudan a reforzar y equilibrar nuestro organismo y nuestra flora intestinal. Si prefieres puedes añadir a la mezcla de helado un poco de miel incrementar su dulzura.
La tercera opción son los polos a base de té verde y limón, perfectos si buscas una manera refrescante y saludable de incluir los antioxidantes que aportan estos ingredientes en tu dieta. Para elaborarlos lo primero que debes hacer es preparar una infusión concentrada de té verde, agregarle zumo de limón natural y, por último, un poco de miel para endulzar su sabor.
Una de las recetas más refrescantes es la que te proponemos a continuación: polos de agua de coco y frambuesas. El agua de coco es una excelente fuente de electrolitos que, combinada con las frambuesas frescas, logra crear un polo muy hidratante para combatir el calor y, además, está delicioso. La elaboración no puede ser más fácil, en primer lugar mezcla el agua de coco con las frambuesas trituradas, vierte todo en los moldes ¡y al congelador!.
La quinta opción está dedicada a las amantes del café y con ella puedes disfrutar de una dosis extra de cafeína de lo más refrescante sin excederte con el azúcar. Para preparar estos polos de café y leche de almendras, mezcla el café con la leche de almendras y un toque de vainilla, remueve bien, coloca la mezcla en los moldes y congela.
Para quienes disfrutan con los sabores fuertes, la opción de polos de pepino y menta es de lo más refrescante y perfecta para un día de mucho calor. Tritura pepino con hojas de menta fresca y un poco de zumo de limón y congela el resultado en los moldes para helados. Esta opción es baja en calorías y muy hidratante.
Por último, si te apetece desayunar diferente y refrescarte desde el primer momento del comienzo del día, los polos de avena y canela son para ti. Mezcla la avena cocida con la leche que suelas tomar habitualmente, añádele un toque de canela y un poco de miel. Deja reposar la mezcla hasta que la avena absorba la leche y luego vierte todo en los moldes, así de fácil, rápido y saludable.
El calor del verano trae consigo la necesidad de refrescarse pero, muchas veces, elegir un helado industrial puede suponer una carga extra de calorías y conservantes que nuestro cuerpo no necesita. Te proponemos la mejor manera de disfrutar de los helados y, a la vez, no sacrificar nuestra dieta ni añadir aditivos industriales a nuestro organismo.