El error que todos cometemos con las ensaladas de legumbres y el sencillo truco que lo cambiará todo

Las legumbres son uno de los alimentos más completos que hay en la naturaleza. Son fuente de proteínas e hidratos de carbono, muy saciantes y nutritivas. Por eso es muy interesante consumirlas durante todo el año, tanto en guisos tradicionales en invierno como en ensaladas en verano, ya que con el calor que está haciendo los dos últimos años es un poco difícil consumir los platos de legumbres típicos de un tiempo más frío.

Sin embargo, este alimento pierde su sabor en frío, por lo que puede llegar a resultar aburrido usar las legumbres en ensaladas. Aunque existan opciones muy válidas como las que vienen en conserva y muy rápidas de usar, pero cocer las legumbres en casa tiene beneficios más allá de que es una opción más barata y sostenible. Hay un truco que le da la vuelta a la tortilla y que puede cambiar el sabor de las ensaladas.

El calor residual de las legumbres después de cocerlas es el factor que marca la diferencia. En el caso de las de bote, también se pueden calentar para replicar este efecto, y es que la comida caliente o tibia absorbe mucho mejor los sabores, aromas y texturas de los demás componentes de la ensalada. Los aliños, salsas y especias se integran mucho mejor, por ejemplo.

Al cocer lentejas, alubias, judías, garbanzos o guisantes hay que tener el resto de los ingredientes listos para poder mezclarlos y que se quede una preparación con mucho más sabor. Es importante dejar que las legumbres se templen un poco para que no se rompan al mezclarlas, ya que podrían estar demasiado blandas.

Para calentar unas legumbres ya cocidas, se pueden meter unos minutos en un horno, en la sartén o simplemente en el microondas. Se mezclan con un poco de sal y se tapa con un recipiente para que no salten y manchar el entorno. Es importante ir removiendo para que no se peguen al fondo o usar un material no adherente.

Después de aliñar y mezclar la ensalada en caliente se puede servir tibia o dejar que se enfríe en la nevera. Eso sí, no se debe añadir alimentos sensibles al calor como las hojas verdes, ya que se reblandecerían y se quedarían mustias.