Tres frutos secos que ayudan a revitalizar la piel y fortalecer tus articulaciones de forma natural
Un puñado de estos frutos secos es suficiente para ayudar a la producción de colágeno, además de ofrecer antioxidantes, grasas saludables y fibra que favorecen la salud
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Esa proteína mágica que da estructura y elasticidad a nuestra piel, huesos, y articulaciones, es vital para un cuerpo fuerte y saludable, pero su producción natural disminuye con los años, especialmente después de los 40. El colágeno, con el paso del tiempo, y bajo factores como el estrés o los cambios hormonales, tiene una reducción más pronunciada, dejando huellas visibles en la piel y el cuerpo en general.
La buena noticia es que ciertos alimentos, como los frutos secos, pueden ayudar a estimular la producción de colágeno de manera natural, y algunos destacan más que otros. Entre ellos, las almendras, las nueces pecanas y las castañas de cajú son tres ejemplos excelentes de frutos secos con propiedades especiales para apoyar la síntesis de colágeno.
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En concreto, las almendras son una fuente rica en vitamina E, un antioxidante clave que combate los radicales libres y protege las células del envejecimiento prematuro, contribuyendo así a la firmeza y elasticidad de la piel. Además, estas pequeñas semillas contienen zinc, un mineral que desempeña un papel fundamental en la producción de colágeno, y ácidos grasos omega-3, que ayudan a fortalecer tanto la piel como el sistema inmunológico, según la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Por otro lado, las nueces pecanas aportan grasas saludables y antioxidantes, pero también son conocidas por su alto contenido en omega-9, un tipo de ácido graso beneficioso para el sistema cardiovascular y el cerebro. La combinación de fibra, fitoesteroles y vitamina E convierte a las pecanas ayuda al cuerpo a proteger las células y estimular la producción de colágeno. Su consumo regular también contribuye al bienestar general y puede ser una excelente estrategia para mantener una piel saludable y firme.
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Además, las castañas de cajú son ricas en cobre, un mineral esencial en la producción de colágeno que actúa como cofactor en su síntesis. Este nutriente ayuda a mantener la elasticidad y firmeza de la piel, además de protegerla del desgaste que se va generando con el tiempo. Las castañas de cajú, además, aportan vitaminas y grasas saludables, lo que también beneficia al sistema nervioso y cardiovascular, potenciando la salud integral del cuerpo.
De este modo, incorporar estos frutos secos a la dieta diaria puede ser una forma deliciosa y saludable de cuidar la piel y proteger la estructura corporal. Un puñado de estos frutos secos es suficiente para ayudar a la producción de colágeno, además de ofrecer antioxidantes, grasas saludables y fibra que favorecen tanto la salud de la piel como la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Esa proteína mágica que da estructura y elasticidad a nuestra piel, huesos, y articulaciones, es vital para un cuerpo fuerte y saludable, pero su producción natural disminuye con los años, especialmente después de los 40. El colágeno, con el paso del tiempo, y bajo factores como el estrés o los cambios hormonales, tiene una reducción más pronunciada, dejando huellas visibles en la piel y el cuerpo en general.