Cómo hacer caldo de verduras instantáneo: esta receta de concentrado casero puede durarte meses
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En la cocina, el caldo de verduras es un aliado indispensable. Su capacidad para enriquecer el sabor de sopas, guisos y arroces lo convierte en un básico. Aunque las versiones comerciales en cubos o polvos son prácticas, muchas contienen conservantes, aditivos y niveles elevados de sodio. Una alternativa saludable y económica es preparar un concentrado casero de verduras, que no solo es sencillo de hacer, sino que puede conservarse durante meses si se almacena adecuadamente.
Elaborar tu propio caldo de verduras tiene múltiples beneficios. Por un lado, puedes personalizarlo según tus gustos o necesidades dietéticas, ajustando ingredientes y niveles de sal. Además, es una opción sostenible que te permite aprovechar restos de verduras y hierbas que a menudo se desperdician. A esto se suma la tranquilidad de saber exactamente qué estás consumiendo, sin químicos ni conservantes artificiales.
Para hacer este concentrado, necesitarás aproximadamente un kilo de verduras variadas como zanahorias, apio, cebolla, puerro, pimientos y calabacín. También puedes incluir ajo, hierbas frescas o secas (como perejil, tomillo o laurel), y opcionalmente añadir setas para un toque umami o cúrcuma para darle un color vibrante. La clave para la conservación es la sal gruesa, de la que necesitarás entre 150 y 200 gramos.
El proceso es sencillo. Primero, lava y corta las verduras en trozos pequeños, conservando la piel cuando sea posible para aprovechar al máximo sus nutrientes. Luego, tritúralas en un procesador de alimentos hasta obtener una mezcla pastosa. Si no dispones de procesador, puedes picar todo finamente y machacarlo en un mortero. Añade la sal gruesa y mezcla bien. La sal no solo potencia los sabores, sino que actúa como conservante natural.
A continuación, cocina la mezcla a fuego medio durante unos diez minutos, removiendo para integrar los sabores y reducir el contenido de agua de las verduras. Una vez que esté lista, deja enfriar la preparación y transfiérela a frascos herméticos previamente esterilizados. Este concentrado puede durar hasta seis meses en el refrigerador, siempre y cuando se almacene en condiciones adecuadas. Para mayor practicidad, puedes congelarlo en cubiteras de hielo, lo que facilita su uso en porciones individuales.
A la hora de utilizarlo, simplemente disuelve una cucharadita del concentrado en agua caliente para obtener un caldo instantáneo. También puedes añadirlo directamente a tus recetas para intensificar el sabor de tus preparaciones. Preparar tu propio concentrado de verduras es una forma de reducir el desperdicio alimentario, aprovechar ingredientes frescos y optar por una cocina más natural. Además, ofrece un sabor casero y auténtico que difícilmente se encuentra en los productos comerciales.
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