Estas son las cenas antiinflamatorias perfectas para el otoño (y fáciles de preparar)

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La inflamación es un mecanismo natural que el cuerpo utiliza como defensa ante agresiones internas o externas. Según la nutricionista Sandra Moñino, aunque la inflamación aguda es necesaria para protegernos, cuando se prolonga en el tiempo puede convertirse en inflamación crónica, con efectos perjudiciales para la salud.

Tal como explica esta experta en nutrición, esta inflamación crónica puede estar vinculada a la exposición continua a ciertos alimentos como el azúcar, las grasas hidrogenadas y aceites refinados, entre ellos el de girasol, palma o colza.

También influyen negativamente los edulcorantes artificiales, las bebidas carbonatadas, el alcohol y el tabaco, que pueden provocar síntomas como gases, pesadez o migrañas. Ante esto, adoptar una dieta antiinflamatoria resulta clave para mejorar el bienestar, y el otoño es perfecto para incluir cenas reconfortantes y saludables en nuestra rutina. Vamos a ver algunas de las ideas que nos da Moñino.

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Una de las opciones más prácticas y efectivas es una lasaña de verduras. Esta receta sustituye la pasta tradicional por rodajas de calabacín, tomate y cebolla, creando un plato ligero y sabroso. Las verduras se combinan con atún al natural, jamón cocido y una mezcla de huevos batidos con especias como orégano y pimienta. Todo se hornea con un toque de mozzarella rallada, dando como resultado una cena nutritiva, jugosa y fácil de preparar.

Otra alternativa deliciosa es una pizza con base de patata. En lugar de masa convencional, se utilizan patatas ralladas con las que se elabora una masa que, al hornearse, forman una base crujiente y llena de sabor. Los ingredientes incluyen champiñones, tomate y mozzarella, aunque se pueden incluir otros toppings como pimientos o calabacín. Esta versión saludable de la pizza no solo es ligera, sino que también está repleta de vegetales ricos en antioxidantes y nutrientes que ayudan a combatir la inflamación.

Para quienes buscan algo más completo, el pastel de verduras y huevo es una excelente opción. Se elabora con brócoli, coliflor, zahaoria y tomates cherry, horneados junto a un huevo entero y un poco de queso rallado. Es una receta reconfortante y saciante, perfecta para una cena ligera que aporta proteínas y las propiedades beneficiosas de las verduras.

Estas ideas demuestran que comer saludable no tiene por qué ser complicado ni aburrido. Este otoño, incorporar estas recetas antiinflamatorias a tus cenas puede mejorar tu salud y brindarte comidas deliciosas, prácticas y llenas de bienestar. Eso sí, antes de hacer cambios drásticos en nuestra alimentación debemos consultar con un experto en nutrición para que nos asesore con información ajustada a nuestro perfil de salud.