Sopa de champiñones: una receta baja en calorías y perfecta para cenar en los días fríos

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Cuando los días fríos se instalan, no hay nada más reconfortante que una sopa caliente para combatir las bajas temperaturas. Entre las opciones más saludables y deliciosas destaca la sopa de champiñones, un plato que combina ligereza, sabor y nutrición. Ideal para quienes buscan una cena sencilla pero gratificante, esta receta es perfecta para mantener el calor sin sumar demasiadas calorías.

Los champiñones son los protagonistas de esta preparación, y no es difícil entender por qué. Este alimento es bajo en calorías, rico en fibra y una excelente fuente de nutrientes como el selenio, la vitamina D y antioxidantes. Además, su textura carnosa y su inconfundible sabor umami aportan profundidad y carácter al plato, haciendo que la sopa sea una experiencia culinaria en sí misma.

La base de la sopa puede prepararse con caldo de verduras o de pollo, y su textura cremosa no requiere grandes cantidades de crema o mantequilla. Para mantenerla ligera, es posible optar por leche descremada, yogur griego natural o incluso una alternativa vegetal como la leche de almendras o de avena, según las necesidades o preferencias personales.

Este plato es particularmente adecuado para la cena, ya que su contenido calórico moderado y su riqueza en fibra ayudan a saciar el hambre sin causar sensación de pesadez antes de dormir. Además, al estar compuesta principalmente de agua, la sopa de champiñones favorece la hidratación y una digestión ligera, aspectos importantes para disfrutar de un buen descanso nocturno. Los champiñones, además, contienen compuestos beneficiosos que podrían contribuir a regular los niveles de azúcar en sangre, convirtiéndolos en un aliado para quienes buscan cuidar su peso o su salud metabólica.

Preparar esta sopa es sencillo y requiere ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu cocina. Para cuatro porciones necesitarás:

• 400 g de champiñones frescos, limpios y cortados en láminas
• 1 cebolla mediana picada
• 2 dientes de ajo picados
• 1 cucharada de aceite de oliva
• 500 ml de caldo de verduras o de pollo
• 200 ml de leche descremada o alternativa vegetal
• Sal y pimienta al gusto
• Perejil fresco picado (opcional)

La preparación es simple. Primero, en una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos y desprendan su aroma. Luego, añade los champiñones y cocina hasta que suelten su agua y se doren ligeramente, un proceso que tomará unos 8-10 minutos. A continuación, vierte el caldo y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante 10 minutos. Para lograr una textura suave y cremosa, tritura la sopa con una batidora de mano o una licuadora. Finalmente, incorpora la leche y cocina a fuego bajo por 5 minutos más, asegurándote de que no hierva. Ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto y sirve caliente. Para un toque especial, puedes decorar con perejil fresco picado