Ni de yogur ni de limón: esta es la receta definitiva de bizcocho que desayunarás todos los días

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En el mundo de los bizcochos caseros, las recetas de yogur y limón han reinado durante años. Su sencillez y sabor los han convertido en opciones clásicas para desayunos y meriendas. Sin embargo, ha surgido una nueva receta que promete desbancar a estos favoritos. Con una combinación equilibrada de suavidad, sabor y un aroma irresistible, este bizcocho se posiciona como la elección perfecta para comenzar el día con energía y gusto.

El secreto de este bizcocho no radica en ingredientes exóticos, sino en la mezcla perfecta de elementos comunes que suelen estar en cualquier cocina. A diferencia de los tradicionales, que a menudo son más secos o con un sabor predominante, esta receta logra un equilibrio ideal. Su textura esponjosa y su sabor suave, pero bien definido, la convierten en una opción versátil y deliciosa. La clave está en el uso de nata, que aporta una cremosidad única, combinada con un toque de vainilla y canela que lo hacen especial.

La lista de ingredientes es sencilla, pero cada elemento cumple un papel esencial. Para preparar este bizcocho necesitas tres huevos, que aportan estructura y esponjosidad, y 200 gramos de azúcar, que endulzan sin empalagar. El ingrediente estrella es la nata (250 ml), responsable de la suavidad característica del bizcocho. La harina de trigo (250 g), mezclada con un sobre de levadura química, asegura un crecimiento perfecto, mientras que el aceite de girasol (50 ml) añade humedad sin alterar el sabor. Por último, la esencia de vainilla y una pizca de canela completan la receta con un aroma cálido y envolvente.

Preparar este bizcocho es tan sencillo como mezclar, hornear y disfrutar. Comienza precalentando el horno a 180 ºC y engrasando un molde redondo con mantequilla o aceite. En un recipiente, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina. Luego, añade la nata y mezcla suavemente antes de incorporar el aceite y la vainilla.

En otro bol, tamiza la harina con la levadura y la canela, y añade esta mezcla a los ingredientes líquidos poco a poco, utilizando movimientos envolventes para mantener la ligereza. Vierte la masa en el molde y hornea durante 35-40 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio. Una vez listo, deja enfriar antes de desmoldar y, si lo deseas, espolvorea un poco de azúcar glas por encima para un toque final.

Este bizcocho no solo es delicioso, sino también práctico. Su versatilidad lo hace perfecto para comer solo, acompañado de un café o untado con mermelada. Además, se conserva fresco durante varios días si se guarda en un recipiente hermético, convirtiéndose en una excelente opción para desayunos rápidos o meriendas improvisadas.