Con mucha proteína y fibra: la cena fácil de hacer para perder peso cuando no tienes mucho tiempo

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En un mundo donde el ritmo de vida es cada vez más acelerado, encontrar tiempo para cocinar de manera saludable puede parecer un desafío. Las largas jornadas laborales, las responsabilidades diarias y el cansancio acumulado hacen que, en muchas ocasiones, optar por soluciones rápidas y poco equilibradas sea la opción más fácil. Sin embargo, una alimentación consciente no tiene por qué ser complicada ni requerir horas en la cocina.

Para quienes buscan una cena rápida, deliciosa y equilibrada, el revuelto de huevos con calabacín es una opción ideal. No solo es fácil de preparar, sino que su combinación de proteínas y fibra ayuda a regular el apetito, mejorar la digestión y evitar los antojos nocturnos. Además, es una alternativa ligera que favorece la pérdida de peso sin renunciar al sabor.

Prepararlo requiere pocos ingredientes: dos huevos, un calabacín mediano, una cucharada de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto. Para potenciar sus propiedades, se puede añadir cúrcuma, conocida por su efecto antiinflamatorio, así como ajo para darle un extra de sabor. Si se desea una textura más cremosa y un mayor aporte proteico, una cucharada de queso cottage o ricotta es el toque final perfecto.

La preparación es sencilla y rápida. Basta con lavar y cortar el calabacín en rodajas finas o en cubos pequeños. En una sartén con aceite de oliva caliente, se saltea el ajo hasta que libere su aroma y luego se añade el calabacín, cocinándolo durante unos minutos hasta que esté tierno.

Mientras tanto, se baten los huevos con sal, pimienta y cúrcuma y se vierten sobre el calabacín. Con movimientos suaves, se remueve la mezcla hasta que los huevos cuajen al punto deseado. Si se opta por incluir queso, se incorpora justo al final, aportando cremosidad y un extra de sabor.

Más allá de su facilidad, este plato es ideal para la cena porque proporciona saciedad sin generar sensación de pesadez. Su alto contenido en proteínas ayuda a conservar la masa muscular, mientras que la fibra del calabacín favorece una digestión ligera. Al no incluir carbohidratos refinados, contribuye a mantener estables los niveles de glucosa y a evitar los picos de insulina que pueden derivar en acumulación de grasa.

El aceite de oliva, por su parte, aporta grasas saludables beneficiosas para el metabolismo y la salud cardiovascular. Ingredientes como la cúrcuma y el ajo complementan la receta con sus propiedades digestivas y antiinflamatorias, convirtiéndola en una opción funcional y equilibrada para la noche.

Este revuelto demuestra que comer bien no tiene por qué ser complicado. Con ingredientes básicos y en apenas unos minutos, se puede disfrutar de una cena nutritiva, sabrosa y fácil de preparar. Sin embargo, antes de realizar cambios en la alimentación, siempre es recomendable acudir a un especialista en nutrición que pueda ofrecer una orientación personalizada y adecuada a cada necesidad.