Comemos peor que hace 10 años: por qué los españoles se alejan de la dieta mediterránea, según la OCU

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Te va a sorprender, pero la imagen idílica de la dieta mediterránea, esa que ha sido motivo de orgullo y símbolo de salud durante décadas, parece estar difuminándose poco a poco en España. De este modo, lo ha advertido la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tras analizar la evolución de los hábitos alimentarios de los españoles entre los años 2014 y 2023.

Según estas conclusiones que hemos leído en un artículo de 'Infobae', nuestra alimentación ha dado un giro preocupante. En concreto, cocinamos menos, recurrimos más a los ultraprocesados y nos alejamos cada vez más de esa alimentación basada en productos frescos y naturales. El consumo de platos preparados como pizzas, croquetas o empanadillas se ha disparado.

Es más, según estos estudios, hoy se ingieren en un 90% más de lo que sería aconsejable, lo que ha encendido las alarmas en la OCU por su alto contenido en sal, azúcares, grasas saturadas y aditivos. Además, en muchos hogares el aceite de oliva, emblema de la dieta mediterránea, ha sido reemplazado por mantequilla o margarina, cuyo consumo supera ya en un 140% los niveles recomendados. El encarecimiento del oro líquido parece estar pasando factura a nuestra salud.

Esto es preocupante, pues las frutas, las verduras, los frutos secos, las legumbres y el pescado son algunos de los grandes ausentes en la cesta de la compra actual, mientras que bebidas azucaradas, carne roja, dulces y embutidos siguen presentes de forma habitual y en cantidades que duplican o incluso triplican lo recomendado por los expertos para nuestro bienestar.

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Silvia López

La consecuencia no se limita solo al paladar. Tanto es así que este cambio de rumbo también se refleja en los datos de salud pública: más personas con sobrepeso, más casos de enfermedades cardiovasculares y un aumento significativo de la diabetes tipo 2. De hecho, el 56% de la población española presenta hoy exceso de peso, un 6% más que hace una década.

Frente a este panorama, la OCU apuesta por volver a lo básico: cocinar en casa, priorizar los alimentos frescos y retomar el estilo de vida mediterráneo, ese que combina platos sencillos con ingredientes de calidad y un ritmo de vida más consciente. Porque más allá de modas o tendencias, comer bien sigue siendo la receta más sencilla y efectiva para cuidar de nuestra salud como es debido.