Estas son las pizzas italianas que están arrasando en Lidl por menos de 4 euros: de masa fina y crujiente

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Hay cenas que no requieren más explicación que una bandeja caliente saliendo del horno y el aroma a masa crujiente recién hecha. La pizza es, por excelencia, ese plato comodín que siempre funciona: gusta a todos, se prepara sin esfuerzo y puede convertirse en una solución completa con apenas un par de ingredientes extra. Ideal para cenas improvisadas, reuniones informales o simplemente para disfrutar sin complicaciones.

Dentro de la oferta de pizzas congeladas, Lidl ha dado en el clavo con su línea Trattoria Alfredo, que incluye varias variedades elaboradas al horno de piedra. Desde la clásica de mozzarella hasta opciones más sabrosas como tonno (atún), prosciutto (jamón cocido) o la especial “speciale”, todas se caracterizan por una masa fina y crujiente y un tamaño perfecto para compartir o disfrutar individualmente.

Pero más allá de su sabor y presentación, lo que ha captado la atención de los consumidores es el precio. Gracias a la promoción disponible con la aplicación Lidl Plus, se pueden conseguir desde 2,87 euros, lo que supone un 20 % de descuento sobre el precio habitual (3,59 euros). Una oportunidad interesante en un momento en el que cada euro cuenta.

Estas pizzas vienen en paquetes de 2 o 3 unidades, lo que las convierte en una opción muy rentable para hogares con varios miembros o para quienes buscan tener siempre una solución rápida en el congelador. Además, muchas de las variedades cuentan con una puntuación notable en el Nutri-Score, una herramienta útil para quienes prestan atención al equilibrio nutricional sin renunciar al placer.

Por ejemplo, la pizza de mozzarella, con dos unidades de 335 g, tiene una calificación B en el Nutri-Score, lo que la sitúa entre las opciones más equilibradas dentro de su categoría. Otras variedades, como la de atún, mantienen un contenido calórico moderado. Aunque no sustituyen a una comida casera, pueden integrarse ocasionalmente en una dieta variada.

Con un precio ajustado, formatos familiares y una preparación que apenas requiere esfuerzo, estas pizzas se han ganado un hueco en los congeladores de muchos hogares. No prometen una experiencia gourmet, pero sí cumplen con nota su función: resolver una comida rápida, sin renunciar del todo al sabor ni al equilibrio. Y en un verano donde la practicidad manda, ese equilibrio es más que suficiente para convertirlas en un éxito.