Terruño poco habitual

He aquí la prueba de que una diminuta bodega es capaz de elaborar uno de los mejores tintos del país. Contador 2005, el producto estrella de Benjamín Romeo, es un vino muy singular, sofisticado y exquisito, con una expresión de terruño muy poco habitual en La Rioja. Así lo ha confirmado el gurú Robert Parker, editor de la publicación The Wine Advocate, quien le ha otorgado la máxima puntuación, 100 puntos, junto a otros cuatro vinos españoles: Pingus 2004, Termanthia 2004, Viña El Pisón 2004 y Clos Erasmus 2004.

Poco queda ya por contar de Benjamín Romeo. Enólogo de Artadi durante quince años –y, por tanto, artífice de algunos de los riojas más valorados- es un joven viticultor de espíritu indómito, renovador, conocedor de la viticultura y enología francesas y capaz de producir vinos de enorme calidad en su pequeña bodega personal. Pertenece a un grupo de jóvenes viticultores que forzó el retorno de la tradición riojana al enterrar las ideas de la generación anterior, aquella que no comprendía la adquisición de los viñedos más viejos, abruptos y extremos de San Vicente de la Sonsierra, que apenas dan uva.

Tras levantar su bodega casi en solitario, con el único apoyo de su amigo Patxi Fernández y de su mujer Mari Mar, Romeo ha dedicado estos últimos años a buscar pequeños viñedos en los alrededores de San Vicente hasta contar con unas 20 parcelas localizadas en la zona de viñas de entre 45 y 100 años. Estas viñas están localizadas a una altura de entre 400 y 600 metros sobre el nivel del mar. El tempranillo representa el 90% de las plantaciones mientras que garnacha, graciano, viura, malvasía y garnacha blanca, injertadas sobre Rupestris de Lot y Berlandieri forman el resto. En la actualidad el 85% de la uva es de producción propia, y compra el resto, aunque tiene la intención de alcanzar un 100% de su propiedad.

Contador 2005 está elaborado con lo mejor de los viñedos de Romeo, uvas de tempranillo -con algo de garnacha y graciano- seleccionadas en la viña y posteriormente en bodega, fermentado en tinos de roble y con una crianza posterior de 18 meses en barricas allier. Con un aspecto rojo cereza intenso y luminosa, en nariz es potente, intenso y complejo, a fruta roja, confituras, minerales y fondos con dejos tostados. En boca es muy elegante, estructurado, equilibrado, redondo. Final de gran complejidad y persistencia. Se recomienda servir a 16º acompañando carnes rojas y quesos curados.